Sergi Gómez tendrá que pasar por el quirófano para solucionar su lesión en el hombro, aunque los médicos le aconsejan que retrase la operación hasta el verano porque en dos o tres semanas puede tener curada la luxación que sufrió el sábado pasado al comienzo del partido en el Camp Nou en un forcejeo con Luis Suárez. Se espera que Unzué pueda contar pronto con el futbolista catalán, pues es posible que la próxima semana trabaje ya con el resto de los compañeros. Una vez operado, el periodo de baja se estima en dos o tres meses, de ahí que desde el club se pretenda aprovechar el periodo vacaciones de verano para que el jugador se pierda el menor número de partidos posibles.

"Aunque su evolución está siendo buena y vamos a optar por un tratamiento conservador, que esperemos que no vaya más allá de dos o tres semanas para valorar si puede volver a jugar, esa lesión nos hace pensar que puede necesitar una cirugía en el futuro", explicó ayer Juan José García Cota, jefe de los servicios médicos del Celta sobre la luxación escapulohumeral del hombro derecho, lesión que ya había sufrido hace años el defensa central del Celta.

"Sergi ya había sufrido una luxación similar, pero de menor grado, y ahora tiene una serie de lesiones en el hombro que afectan a estructuras que intervienen en la movilidad de la articulación. Es una lesión recurrente. En esta ocasión ha sido una luxación completa y cada vez que hay un nuevo episodio el riesgo aumenta. Entonces, cada vez que hay este tipo de luxación siempre tenemos en mente la realización de una cirugía. En su caso no vamos a optar por esta opción en este momento por la evolución que está teniendo. Vamos a seguir valorándolo y el futuro nos dirá cuándo será necesario realizar la operación", comentó García Cota.

El jugador, según el jefe de los servicios médicos, quiere acelerar la recuperación de una lesión que le llegó cuando pasada por su mejor momento de la temporada. "Ahora mismo lo estamos frenando porque ya quiere hacer trabajo de campo, porque se encuentra bien, no tiene dolor, pero no deja de ser una lesión articular que nos hace pensar que no tiene un mínimo de cicatrización de todas las estructuras dañadas para disminuir el riesgo a que se repita. A lo largo de la semana que viene, a finales probablemente, podremos meterlo con el equipo para ver las sensaciones que tiene y decidir su capacidad de reintegrarse al grupo de forma normal", añadió García Cota, quien también se refirió a Eduardo Berizzo, operado en Sevilla de un cáncer de próstata: "Está bien. Pasó una temporada mala. Yo ya lo sabía desde hace tiempo porque hablamos sobre el tema y pienso que ahora está bien, animado y es una situación por la que hay que pasar y todos los que estamos a su alrededor lo apoyamos. Él agradece el apoyo que está recibiendo de muchísima gente, sobre todo de Vigo".