El Celta Zorka perdió ayer la imbatibilidad tras diez jornadas de campeonato. Las viguesas se hicieron humanas ante un rival que exprimió al máximo la poca frescura de las célticas, y que tuvo que pasar por un complicado momento cuando una de sus mejores jugadoras, Davorka Balic, se tuvo que retirar lesionada.

Pero lejos de la anecdótica primera derrota del campeonato, el partido de ayer en Navia permitió a los nostálgicos recordar los derbis de no hace muchos años entre los dos equipos en la máxima categoría. Igualdad, tensión, escasas diferencias en el marcador e, incluso, guerra de aficiones en la grada a ver cual de las dos animaba más a su equipo.

El partido se podría condensar en las dos últimas jugadas del tercer cuarto. El Kemegal Cortegada mandaba en el marcador por cuatro puntos, 57-61, tras haber tenido hasta once puntos de ventaja en el marcador. El Celta Zorka falla dos lanzamientos de tiros libres y Laura Alonso atrapa el rebote sin ser capaz de aprovechar la segunda opción de tiro. Las arousanas se hacen con el balón y con cuatro segundos en el marcador inician una contra que culmina Sara Gómez con un triple. Una jugada que marcó el partido, pues lo que pudo acabar con una desventaja de dos puntos, lo hizo de siete.

El Celta Zorka no estuvo cómodo sobre el parquet de Navia. Defensivamente el equipo tuvo muchos problemas. Los desajustes en defensa provocaban que las arousanas dispusieran de cómodas posiciones de tiro. Esa confianza en el tiro le permitió crecer con el paso de los minutos, siendo capaces de adaptarse a los cambios de defensivos que Cantero trató de introducir en el equipo para frenar al Kemegal Cortegada.

Fue un partido en donde viguesas y arousanas se cambiaron los roles con el paso de los minutos. Comenzó relativamente bien el equipo de Cristina Cantero, con Raquel Carrera en el banquillo para no arriesgar y con Paula Fernández Ahuja de cara. Mediado el cuarto los problemas aparecieron para el Kemegal en forma de lesión, al pisar mal Davorka Balic y sentir un intenso dolor en su rodilla derecha.

Las diferencias se recortaron en el marcador, pero siempre con un Celta Zorka que mandaba en el marcador, siendo capaz de sobreponerse a la defensa zonal que había plantado el conjunto arousano. Un primer cuarto que finalizó con victoria del cuadro vigués, por cuatro puntos de ventaja.

El segundo cuarto continuó con el mismo guión del primero. Con un Celta Zorka que rentabilizaba en ataque sus problemas en defensa, que comenzaban a ser muy importantes.

El cuadro vigués había comenzado defendiendo en zona, pero el Kemegal comenzaba a crecer desde el tiro exterior, y a dos minutos para la conclusión del segundo cuarto, lograba igualar el encuentro y ponerse, posteriormente, por delante en el marcador. Cristina Cantero solicitó un tiempo muerto al comienzo del último minuto de juego, pues las arousanas habían cogido seis puntos de ventaja en el marcador, y la cosa no pintaba bien.

El paso por el vestuario no cambió demasiado la decoración del partido. Las viguesas no estaban cómodas, seguían sin tener tensión defensiva, permitiendo tiros cómodos de las arousanas, que no tardaron demasiado tiempo en darse cuenta de que tenían enfrente la oportunidad de convertirse en el primer equipo de derrotar esta temporada al Celta Zorka.

El partido estaba en un momento importante, y hasta Balic se probó para ver si podía volver a jugar, y mediado el cuarto se reincorporó al juego. Si Loureiro y Salomé tenían las muñecas calientes en el tiro, Sara Gómez volvía a ser la jugadora determinante que se echó el equipo a la espalda.

En el último minuto del cuarto llegó la jugada que resultó determinante en el desenlace del encuentro. El Celta Zorka afrontó el último cuarto con una desventaja de siete puntos. El equipo perdió la cordura y todas las jugadoras quisieron resolver la situación por su cuenta, pero, sin resolver los problemas en defensa, por lo que el Kemegal Cortegada fue el más listo de la clase aprovechándose del desaguisado para ampliar su ventaja en el marcador con diferencias que llegaron a ser de hasta dieciocho puntos.

Los problemas se multiplicaron para las viguesas, cuando en los minutos finales Sarah Ogoke se tuvo que retirar al sufrir un esguince de tobillo, complicando todavía más la situación.