El enfrentamiento y cruce de acusaciones que protagonizan desde hace tiempo el Celta y el Concello de Vigo a cuenta de la reforma de Balaídos vivió ayer un nuevo episodio en la junta de accionistas del club, convertida en un paseo militar para Carlos Mouriño que ayer no escuchó ni un reproche hacia su gestión. La privilegiada situación económica y la solvente marcha deportiva de la entidad convirtieron en un trámite los primeros puntos del orden del día. La salsa llegó en el reducido turno de los accionistas, cuyas preguntas, quejas o peticiones tuvieron casi siempre que ver con la reforma del estadio o el proyecto de nueva ciudad deportiva.

Fue en ese momento cuando Mouriño respondió a las recientes declaraciones de Abel Caballero en las que llamaba la atención sobre la reducida inversión del Celta en el estadio -y que cifró en 900.000 euros- frente a los 12,7 millon es que ya ha puesto el Concello. Durante días el club, pese a las interpelaciones que recibió, guardó silencio sobre este particular. Ayer respondió Mouriño. El presidente del club vigués aseguró tras la protesta de un accionista que "no quiero insistir mucho en este tema, pero hay una cosa que quiero decir. Es falso que nos hayamos gastado solo 900.00 euros en Balaídos como se dice y se repite con la intención de que la gente se crea que es cierto. Pero una mentira repetida muchas veces no se convierte en verdad. Nos hemos gastado esa cifra en cemento, en la antigua preferencia que construimos nosotros y entregamos antes del plazo previsto. Pero nuestra inversión en el estadio hasta el momento es de seis millones de euros. Nosotros hicimos los vestuarios, los baños, la megafonía....podemos demostrarlo y ahí están las facturas para todo aquel que quiera venir a comprobarlo".

La respuesta a Caballero llegaba después de una breve tanta de preguntas en las que Mouriño volvió a dar vueltas a la escasa colaboración que, según él, recibe para sacar adelante los proyectos que tiene para el club y que sobre todo pasan por levantar una nueva ciudad deportiva. El presidente hizo un breve repaso a lo que ha sido este proceso hasta llegar al momento actual, en el que el Concello ha anunciado la licitación del proyecto para las gradas de Marcador y de Gol: "El Celta se merece un trato especial por lo que representa en la ciudad. Al principio se hizo la promesa de la ciudad deportiva en Valladares y cuando vieron que no era posible nos lo cambiaron por la reforma del estadio. Pero luego pasaron más cosas. En Tribuna se modificó el proyecto y de seis millones que costaba la obra se bajó a cuatro. De ahí vienen las deficiencias que estamos sufriendo. Ha mejorado en lo estético pero ha quedado peor en lo funcional. Después llegó nuestra oferta de comprar el estadio y a esta hora aún no sabemos por qué no es posible. Ante esta situación pedimos un lugar donde poder hacer un campo nuevo y de esta manera evitábamos el gasto que se está haciendo en un campo que no cumple con los requisitos de los aficionados. Ahora se nos ha dicho que ha salido a licitación lo de la grada de Gol y Marcador, pero no sabemos si este es el paso definitivo".

El presidente insistió en que no piensa ser el protagonista de una guerra política entre el Concello y la Xunta y que sus actuaciones, reuniones o palabras solo irán encaminadas a conseguir lo mejor para el Celta: "Es una tristeza. Hemos hecho un esfuerzo en lo económico y en lo deportivo para generar riqueza para la ciudad y no se nos ha permitido. No se nos ha permitido la ciudad deportiva en Vigo, pero resulta que si pensamos en llevarla fuera de la ciudad se dice que la Xunta de Galicia se quiere llevar el club de Vigo. Nosotros hablamos y hablaremos con todo el que sea necesario por el bien del Celta, pero nos quieren enfrentar a la ciudad de Vigo. ¿Quién va contra la ciudad, quién prohíbe el desarrollo del Celta aquí?".

Y el presidente del Celta finaliza con algo que parece una mezcla entre un deseo y un desafío: "Seguiremos peleando por una ciudad deportiva y no nos importa dónde la podamos construir. Cierren los ojos y piensen en un club con esta situación económica, con una sede nueva, con un estadio medianamente pasable y una ciudad deportiva nueva....Así es como me imagino el Celta, como me lo imaginé y como lo seguiré imaginando. Y lo llevaré a cabo donde lo tengamos que hacer y contra quien lo tengamos que hacer".