El Celta logró hacerse con la victoria tras un partido en el que el marcador pudo haberse decantado para cualquier lado. El equipo de Unzué hizo un mejor partido, tuvo el balón y generó buenas ocasiones, pero en las pocas veces que lo hizo, el Leganés llegó a la portería de Rubén generando peligro. Al final, y pese al vibrante ritmo de la segunda parte, el solitario gol de Iago Aspas en la primera parte dio los tres puntos a los celestes.

La fuerte lluvia que caía sobre Balaídos hizo que la primera parte comenzase como se esperaba, con ambos equipos sin lograr dar fluidez al juego. La grada recordó a Berizzo en el minuto 6 y los jugadores saltaron al campo mostrando una camiseta de apoyo al actual entrenador del Sevilla. Sin apenas ocasiones, Maxi Gómez fue arrollado dentro del área en un penalti inocente de la zaga madrileña. Aspas tomó la pelota, la puso en el punto de penalti y la colocó lejos de las manos de Cuéllar. 1-0 y el marcador no volvería a moverse.

Al Leganés se le atragantó el partido con las lesiones de Muñoz y Siovas, los dos centrales titulares, que obligaron a Garitano a agotar los tres cambios en los primeros minutos de la segunda parte. El partido acabó rompiéndose en la segunda parte, con un juego vistoso por parte del Celta y con los visitantes sabiendo llegar con peligro al arco de Rubén. Szymanowski avisó primero con un disparo que se perdió por poco a la derecha de la portería.

Guidetti, que regresaba tras clasificarse al Mundial con Suecia, se entretuvo en el área y no logró hacer un segundo tanto que parecía hecho. Cuando el partido parecía ya cerrado, Guerrero estuvo a punto de poner las tablas a pocos minutos del final. Con el pitido final del árbitro, el Celta iguala en la tabla al Leganés con 17 puntos y se acomoda esta noche en la octava plaza.