El Celta no falló ante el colista de la competición, sumando la octava victoria de la temporada. Un triunfo que le permite mantenerse en la segunda posición del grupo, a dos puntos del primer clasificado, el Sporting de Gijón, que ayer derrotaba al Alondras en las instalaciones de Mareo por 3-1.

El cuadro céltico sabía que jugando concentrado durante los noventa minutos de juego no pasaría apuros para llevarse la victoria, pero seguro que no esperaba un Villalbés tan encerrado en su área, que ni si quiera se atrevió a pasar del medio del campo para sorprender a un Nacho que fue un espectador en un partido en donde solamente tuvo algo de trabajo en la recta final, cuando los célticos levantaron el pie del acelerador para dejar que pasaran los minutos.

El cuadro céltico afrontó el encuentro con la clara intención de lograr la victoria y olvidar la derrota del pasado fin de semana en Abegondo, en donde se le escapó una ventaja de dos goles ante el Deportivo.

El partido fue un monólogo. La diferencia entre ambos conjunto fue enorme. El Celta no tardó un instante en hacerse dueño del centro del campo, ante un Villalbés que acumulaba jugadores en defensa tratando de aguantar la avalancha de los célticos, que movían y movían el balón tratando de encontrar un hueco por donde hacer daño.

No tardaron demasiado, pues mediado el primer tiempo lograron abrir la lata por mediación de Diego. Los lucenses quedaron tocados, y en los quince siguientes minutos encajaron dos goles más con lo que el encuentro quedaba poco menos que sentenciado. En la segunda parte ampliaron la ventaja con dos goles más en cuatro minutos.