John Guidetti ha aprovechado la concentración con la selección sueca para hablar de lo que calla en Vigo, donde no se siente a gusto por la suplencia que le toca vivir de manera inesperada ante la irrupción de Maxi Gómez como consumado goleador. Esta situación la vio venir el delantero escandinavo cuando a los pocos días de lesionarse en la clavícula, durante un amistoso ante la Roma, comprobó la facilidad con que su compañero recién llegado de Uruguay marcaba goles y se convertía en una de las sensaciones de LaLiga. Guidetti manejó entonces la opción de marcharse a otro club español antes del cierre del mercado de fichajes de verano. Se quedó finalmente en la ciudad donde afirma sentirse feliz con su pareja y su hija y en compañía de una afición que lo idolatra hasta el punto de convertir su canción en un éxito de guarderías y verbenas.

Pero la paciencia tiene un límite y Guidetti ha aprovechado una comparecencia con la prensa sueca para mostrar su rabia y malestar por su escasa presencia en los partidos del Celta. Unzué solo le ha concedido 52 minutos en LaLiga, repartidos en cuatro jornadas, además de 79 minutos en el duelo de Copa ante el Eibar, donde anotó un gol.

"Está claro que la situación ahora en mi club no es sostenible, no es buena, no estoy contento con ella. Es algo que se tiene que resolver y hemos empezado a afrontarlo. Cuando juego, lo hago bastante bien y más de eso no puedes hacer", soltó el céltico desde Estocolmo, en vísperas de afrontar el primer duelo de repesca ante Italia para el Mundial de 2018.

No es la primera vez que John Guidetti se queja de la falta de minutos en un equipo en el que ha conquistado a gran parte de la afición, pero no siempre convence con su juego a los entrenadores. Le ocurrió el curso pasado con Eduardo Berizzo, que concedió pocas oportunidades al sueco durante la primera parte de la temporada para acabar como pieza importante en el equipo que alcanzó las semifinales de la Liga Europa.

Aparte de la facilidad goleadora que ha mostrado Maxi Gómez, Guidetti también es consciente de que Aspas es otra de las opciones para el eje del ataque. Así ocurrió en Las Palmas, donde el uruguayo fue baja por sanción y el moañés jugó como ariete, con Mor y con Sisto en las bandas, y anotó tres goles.

"Veremos qué pasa, pero mi situación ahora en el Celta no es sostenible. Obviamente, quiero jugar al fútbol y creo que merezco jugar más", reiteró el futbolista sueco de 25 años, que cumple su tercera temporada en Vigo, donde finaliza contrato en 2020 y que posee una cláusula de rescisión de contrato de 25 millones de euros.

En el último partido de Liga, Guidetti disputó el cuarto de hora final. Entró en sustitución de Maxi Gómez, que apenas tuvo incidencia en la victoria del conjunto vigués ante el Athletic Club. Con Aspas apareciendo con asiduidad por el centro del ataque, el uruguayo apenas dispuso de un par de remates a portería. Encadena tres partidos sin marcar. El último gol del internacional charrúa llegó ante el Girona, contra el que vio la quinta tarjeta amarilla que le obligada a cumplir un partido de sanción.

Unzué, sin embargo, ha seguido apostando por Maxi Gómez, quien estaba destinado a la suplencia para iniciar su etapa de adaptación al fútbol español. Sin embargo, con sus goles rompió todas las previsiones y se convirtió en una de las revelaciones del campeonato. Es más, con 21 años, el goleador céltico ya compite en la selección uruguaya con estrellas mundiales como Luis Suárez y Edinson Cavani.

Sin esperarlo, el Celta se ha encontrado con una joya por la que en Inglaterra estaban dispuestos a casi doblarle lo invertido en el fichaje días antes de que se anunciase su llegada a Vigo.

Los daños colaterales de la irrupción estelar de Maxi Gómez los está pagando John Guidetti, quien ha aprovechado la concentración con su selección para mostrar su rabia y enfado por la suplencia en el Celta. No obstante, el futbolista escandinavo entiende en parte la situación que vuelve a vivir en Vigo: "Allí tenemos jugadores internacionales en todas las posiciones: de Uruguay, España, Dinamarca, Turquía... Quizás la gente no lo imagine del Celta de Vigo, pero no es tan fácil como se piensa poder jugar en el equipo. Ahora estoy con la selección sueca y juego en la mejor liga del mundo. Podía ser peor".