Su ambición no tiene límites. Ayer marcó su gol número 100 con el Celta y nada más acabar el partido, Iago Aspas hablaba de sus deseos de superar la marca de Vlado Gudelj, que obtuvo 113 con la camiseta celeste. El moañés marcó un doblete ayer ante el Athletic Club de Bilbao. Acababa así, además, con una sequía de más de cinco meses sin marcar en Balaídos, en cuyo estadio ya suma 51 tantos, uno más que Alexander Mostovoi: otro mito del celtismo. El actual "10" del Celta se ha aupado al sexto puesto como máximo artillero en la historia del club vigués. En LaLiga suma seis e iguala a Maxi Gómez como pichichi del conjunto de Unzué.

"Estoy muy contento de alcanzar esa cifra [cien goles]. No lo recordaba y me lo comentaron a pie de campo. Ahora, a intentar superar a Gudelj", apuntaba ayer quien con 30 años de edad tiene por delante el reto de convertirse en el máximo goleador de un club que en 2023 cumplirá un siglo de vida.

El tanto centenario lo celebró Aspas en el minuto 26 de partido, después de rematar de cabeza un centro de Daniel Wass desde la derecha. Cuatro minutos antes, el morracense había aprovechado un lanzamiento profundo de Fontás para ganar por velocidad a los defensa y anotar su primer tanto de una tarde especial, casi ocho años y medio después de aquel 6 de junio de 2009 que debutaba como artillero céltico. Dos equipos vascos han sido las víctimas en estos dos momentos estelares del pichichi céltico: el Alavés sufrió sus dos primeros goles y el Athletic de Bilbao se ha llevado otro doblete para alcanzar la centena.

El máximo goleador español de la temporada pasada en Primera División, con 19 tantos, tardó en celebrar un gol en este arranque de curso. Pero lo hizo a lo grande en la octava jornada de Liga con el triplete que protagonizó en la goleada en Las Palmas. También marcó en Málaga un tanto que no evitó la derrota del Celta y ayer obtuvo su primer doblete del curso para que los de Unzué firmasen su segunda victoria de la temporada en casa.

Los cien goles sitúan a Aspas en la sexta posición en la lista de mejores artilleros de la historia del club. Por delante tiene a Gudelj, actual delegado del Celta, que contabilizó 113 goles con la celeste. En la cuarta y tercera posición aparecen Rogelio Tapia y Hermidita, con 119 tantos cada uno. Moncho Polo y Nolete, con 166 y 161, respectivamente, lideran este privilegiado ranking de los mejores rematadores del equipo vigués, al que Aspas se incorporó con apenas ocho años de edad.

"Aunque vayamos 3-0, siempre sabemos la dificultad de ganar los partidos en Primera División. En la segunda parte nos han apretado bastante", recordaba Aspas sobre el triunfo ante un Athletic de Bilbao que recurrió a Aduriz para intentar voltear un resultado adverso. El delantero vasco se reencontraba con Aspas, con el que ha coincidido en las selección español y con el que pelea por una plaza entre los convocados por Julen Lopetegui. Además, ambos pugnaron el curso anterior por obtener el Trofeo Zarra, que distingue al mejor artillero español de LaLiga. El céltico ganó el pulso al veterano futbolista.

Tras la victoria de ayer, Aspas habló de la importancia de que su equipo sumase los tres puntos en juego ante un rival con las mismas urgencias en la clasificación. "Era un partido muy importante para nosotros porque veníamos de sufrir dos derrotas consecutivas y no realizando buenos partidos, sobre todo el último. Además, la afición también se merecía una victoria por esta última mala imagen y por no haber sacado resultados positivos en casa, aunque el fútbol realizado fuese bueno", convino el delantero de Moaña, que esta semana se incorpora a la selección española, con la que disfrutará de su sexta convocatoria consecutiva que le acerca a su estreno en un Mundial. "Estoy muy contento. Siempre trabajo para tener oportunidades en la selección, sabiendo de la dificultad que hay por llegar ahí y con compañeros muy buenos, que unos se quedan fuera y otros están esperando para ir. Hay que apretar para estar en esa lista de 23 futbolistas y eso es muy difícil", señala el céltico.

A pesar de mantenerse en La Roja durante el último año, Aspas se muestra cauto sobre sus posibilidades de jugar el Mundial de Rusia. "Hay muchos estados de forma y compañeros que lo están haciendo muy bien. Sí siento que tengo la confianza del míster [Lopetegui], me la deposita en cada convocatoria y con los minutos de juego que me da, pero tengo que trabajar en mi club para seguir teniendo oportunidades con la selección".

Con el Celta, Aspas muestra sus deseos de "volver a Europa. Lo vea o no factible, voy a luchar por ello", proclama al analizar las retos de un equipo que se mantiene en mitad de la tabla, con 14 puntos de los 33 disputados, a cinco de distancia de las plazas europeas.

El atacante céltico se mueve por todo el frente del ataque, aunque es como ariete donde mejor muestra sus grandes condiciones como goleador. Tanto en su club como en la selección, Aspas se ve obligado a tener que compaginar entre la banda derecha y el centro del ataque. "En los últimos años he jugado más como delantero y mi tendencia es ir hacia adentro. La temporada pasada ya marqué algún que otro gol jugando en la banda. Este año también he jugado en la banda. Hoy [por ayer], mitad en la banda y mitad arriba. El míster me deja un poco de libertad y eso viene bien para mi fútbol", respondía ayer desde la zona mixta de Balaídos, donde ha vuelto a recibir el cariño de una afición que ya le considera una leyenda del Celta y que se lo ha ganado por su calidad técnica, su compromiso y sus goles.

No marcaba Aspas en casa desde el tanto que anotó el 21 del pasado mes de mayo, en la jornada de clausura de su mejor temporada como futbolista. En aquella ocasión, abrió el marcador en el duelo ante la Real Sociedad. Otro equipo vasco le brindó ayer la oportunidad de convertirse en goleador centenario con el Celta, en el que espera seguir superando marcas de otros mitos del club. Atrás ha dejado a figuras como Mostovoi, su gran ídolo.