CELTA B: Sotres, Kevin, Juan Ros, Diego Alende, Riki (Pampín, min.46), Rai, Dani Molina, Juan Hernández, Brais Méndez, Dejan Drazic (Pastrana, min.68) y Dennis Eckert (Agus Medina, min.61).

REAL MADRID CASTILLA: Belman, Álex, Manu Hernández, Javi Sánchez, Reguilón, Jaume, Seoane, Franchu (Mancebo, min.60), Óscar (Fidalgo, min.82), Quezada y Cristo (Dani Gómez, min.76)

GOLES: 1-0, min.6: Brais Méndez; 1-1, min.25: Jaume; 1-2, min.29: Seoane; 1-3, min.64: Quezada; 1-4, min.76: Dani Gómez.

ÁRBITRO: Encuentro dirigido por el colegiado castellano leonés Fernando Román Román. Amonestó con tarjeta amarilla por el Celta B a Sotres, Kevin y por el Real Madrid Castilla a Álex, Reguilón, Seoane, Franchu, Cristo y Mancebo.

INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la décimo segunda jornada en la Segunda División B disputado en Barreiro ante cerca de mil espectadores.

El Celta B sufrió su primera derrota de la temporada ante un Real Madrid Castilla que llevaba seis jornadas seguidas sin conseguir la victoria, en un extraño partido en el que los vigueses se adelantaron en el marcador y tuvieron opciones incluso para aumentar su renta. Sin embargo, una polémica acción en la que Sotres se comió un remate aparentemente inofensivo de Jaume mientras reclamaba un posible fuera de juego de Javi Sánchez varió radicalmente el rumbo del choque. Porque apenas cinco minutos después del empate, los visitantes dieron la vuelta al marcador gracias a un veloz contragolpe y encontraron de paso la receta hacia el triunfo. Encerrado en su campo y cediendo la iniciativa y el balón al conjunto de Rubén Albés, el filial blanco exhibió su efectividad y pegada en una acción a balón parado y un rápido contragolpe para sentenciar a un Celta B que no tuvo su día

Aún se estaban colocando ambos equipos sobre el terreno de juego cuando una buena acción por banda derecha del alemán Dennis Eckert estuvo a punto de permitir que Dejan Drazic inaugurase el marcador. El serbio lo hizo casi todo bien, especialmente el control y la finta para deshacerse del central, pero se adornó demasiado en el remate final, buscando una forzada filigrana y permitiendo a Belman abortar una clarísima oportunidad.

Eso sí, nada pudo hacer el portero del Castilla poco después en otra buena acción de Eckert. En esta ocasión el alemán exhibió su potencia en el salto para ganar un balón de cabeza cerca del área rival y acabar encontrando a Brais Méndez. El canterano, que regresaba al filial aprovechando que este miércoles no había compromiso del primer equipo, definió con aparente sencillez gracias a la enorme calidad de su mágica zurda. Su disparo raso y ajustado al palo se convertía en el 1-0 e invitaba a pensar en un cómodo encuentro.

Sobre todo porque el filial blanco no se encontraba cómodo sobre el césped de Barreiro. El entramado defensivo del equipo de Solari hacía aguas constantemente, confirmando uno de los principales motivos de su posición en la tabla clasificatoria y de esa racha de seis jornadas seguidas sin ganar. Así, antes del cuarto de hora, el Celta B pudo asestar otro nuevo golpe al partido y plasmar su notable superioridad en una mayor distancia en el marcador. Pero el intento de pase largo de Riki para Dennis que dejaba solo al 9 del conjunto vigués ante Belman no tuvo mayores consecuencias al marchársele ligeramente largo el control al alemán.

Pese a ello, los vigueses daban la impresión de tener totalmente dominado el encuentro. El Castilla no se había aproximado aún a su portería y, aunque ya no concedía tantas ocasiones, seguía sin encontrar su sitio en Barreiro. Hasta que llegó la polémica jugada que cambió el partido. Fue en una larga acción en la que Jaume intentó de cabeza devolver la pelota a zona de peligro. No era un remate pero acabó convirtiéndose en el gol de la igualada. Sotres no acertó a atajar la pelota, quejándose de que Javi Sánchez, en posición más que dudosa, le había despistado al amagar con desviar el balón. El árbitro y su asistente dudaron un largo instante para acabar concediendo el tanto ante las airadas protestas del meta céltico, que incluso se ganó la tarjeta amarilla en esta acción, varios de sus compañeros y de toda la grada viguesa.

Aún estaba digiriendo esta jugada el Celta B cuando un balón perdido en zona peligrosa permitió a los visitantes empezar a exhibir una de sus mejores armas, la velocidad. Franchu encontró el hueco para lanzar la carrera de Quezada en la banda izquierda y éste puso un preciso balón raso a la llegada de Seoane para que lograse el 1-2.

Empezaba un partido nuevo con un Castilla, en contra de lo que se podía esperar de un equipo con jugadores de tanta calidad, replegado en su campo y esperando una posible acción a balón parado o, sobre todo, un contragolpe. El filial céltico, por su parte, asumió bien los dos golpes casi consecutivos y se rehízo para continuar buscando la meta rival. Eckert, muy activo y móvil en los cuarenta y cinco minutos iniciales, evidenció esa actitud con un disparo a las manos de Belman (min.36). Y Drazic instantes antes del descanso tuvo el empate en un buen centro desde la derecha de Juan Hernández al que llegó forzado y acabó rematando fuera.

La reanudación del encuentro tras el intermedio confirmó y acrecentó la tendencia del último cuarto de hora de la primera parte aunque el Castilla dio el primer aviso en una buena acción individual de Cristo que Sotres abortó en una gran intervención.

Después de esa jugada, los visitantes dieron un par de pasos atrás, juntando todavía más sus líneas para esperar su ocasión. La apuesta casi les sale cara porque la fe de Rai Machado en un balón largo le permitió llegar antes que Belman. Sin embargo, cuando su remate parecía colarse ya en la portería madridista, Reguilón llegó para evitar el tanto en el último instante.

Un error en la salida de balón de Sotres permitió a Seoane mostrar su buen golpeo con un potente disparo a la escuadra viguesa al que el meta reaccionó con una gran estirada a mano cambiada para enmendar su fallo anterior.

El Celta B se repuso al susto con dos acciones casi consecutivas y prácticamente iguales aún antes del cuarto de hora de la segunda mitad. En la primera, Brais puso un buen balón en banda para Dennis pero su posterior centro no encontró rematador. Y en la segunda fue el propio delantero alemán el que no llegó por muy poco a un servicio desde la izquierda de Juan Hernández.

El Castilla, sin embargo, empezaba a sentirse cómodo en su papel de equipo dominado y contragolpeador. Óscar, en otra rápida salida de los visitantes, volvía a poner a prueba a Sotres con un gran disparo después de un buen detalle técnico. La reacción del meta céltico para despejar a córner fue igualmente destacable. Nada pudo hacer en el saque de esquina muy pasado para que Quezada, con un soberbio remate, lograse el 1-3 (min.64).

Aún quedaba tiempo. Pero los pupilos de Rubén Albés tenían más fe que ideas. Sin fluidez en la circulación ante un rival ordenado y tapando todos los espacios, el Celta B tenía el balón pero adolecía de peligrosidad hacia la portería de Belman.

Para colmo, una recuperación en zona peligrosa de Seoane le permitió habilitar en profundidad a Dani Gómez, recién salido al campo, que convirtió su primer contacto con la pelota en un disparo cruzado que acabó en el fondo de la portería de Sotres (1-4, min.76).

Lejos de bajar los brazos, el filial céltico tiró de orgullo en el último cuarto de hora y, ahora sí, acumuló oportunidades para al menos haber dado algo de incertidumbre al final de partido.

La prueba más patente de que no era el día del Celta B llegó en el minuto 84. Fue un preciso envío de Brais para Juan que permitió a éste encarar al meta madrileño y superarle con un sutil toque. Sin embargo, la pelota en lugar de acabar en el fondo de la portería rival acabó estrellándose en la base del poste. Y se confirmó aún más apenas dos minutos más tarde en un peligrosísimo centro de Pampín que inexplicablemente no encontró rematador. Sólo cabía esperar el pitido final que confirmase la primera derrota céltica de la campaña en Barreiro, un castigo demasiado grande para la visto sobre el césped vigués.