El Celta celebró ayer un entrenamiento de recuperación tras caer por la mínima el domingo ante el Atlético de Madrid. La sesión de trabajo no se vio alterada pese a la presencia en A Madroa de Luis Enrique Martínez. El que fuera entrenador céltico durante un año, antes de triunfar en el Barcelona, disfruta de un año sabático y a primera hora de la mañana de ayer decidió pasar a saludar a sus antiguos colaboradores, con los que trabajó durante los últimos cuatro años entre Vigo y la ciudad condal.

Era la primera vez desde su adiós al Celta en mayo de 2014 que Luis Enrique Martínez volvía a las instalaciones de A Madroa, donde tuvo ocasión de saludar a los trabajadores y a los técnicos de la cantera con los que ayer coincidió durante su visita a sus antiguos colaboradores: Juan Carlos Unzué, ahora primer entrenador; Robert Moreno, segundo técnico; Rafel Pol, preparador físico; y Joaquín Valdés, psicólogo. A este grupo se ha unido el preparador de porteros Nando Villa, a quien el asturiano rescató del filial para que trabajase con el primer equipo celeste.

En la actual plantilla del Celta continúan seis futbolistas que coincidieron con Luis Enrique Martínez en Vigo: Sergio Álvarez, Hugo Mallo, Andreu Fontàs, Gustavo Cabral, Jonny Otto y Rubén Blanco. Ése ejercía entonces como tercer portero: entrenaba con el primer equipo pero jugaba con el filial.

Algo más de hora y media permaneció el preparador asturiano en las instalaciones de A Madroa, a las que regresaba después de tres años de ausencia. Ahora disfruta de un largo periodo de vacaciones tras poner un paréntesis en su carrera deportiva como entrenador, que inició en la cantera del Barça. Del filial azulgrana dio el salto a la Roma, después al Celta y finalmente al Barcelona.