Pako Ayestarán, entrenador de la UD Las Palmas, manifestó ayer que espera que sus jugadores sean capaces de competir ante el Celta, porque llegan "preparados" y con "opciones de ganar" el partido que hoy cierra la octava jornada de LaLiga en el estadio de Gran Canaria.

El guipuzcoano explicó a la prensa que ha incidido en este parón liguero para tratar de que Las Palmas funcione "como equipo", y cree que donde deben mejorar es en el último tercio de campo.

Ayestarán no quiere que la posesión se convierta en "una obsesión", sino en un "medio para lograr el objetivo", que no es otro que ser "agresivos en el último tercio del campo, porque la posesión, sin verticalidad, no te lleva a hacer goles".

El guipuzcoano sabe que le espera "un partido complicado" ante un Celta que tiene "una buena salida de pelota", que es "agresivo en la presión" e intenta jugar "en campo contrario".

El técnico del equipo canario insiste en que lo más importante es funcionar como un bloque, que "el equipo esté por encima de cualquier individualidad, todo lo que hagamos debe ser en beneficio del colectivo. Al tener la pelota, todo el mundo ataca, y cuando la perdamos, todo el mundo tiene que defender", resumió.

Indicó también que la Unión Deportiva tiene juego "pero solo eso no sirve", porque en el último tercio de campo "no pasan tantas cosas", y necesitan "determinación para romper líneas, finalizar jugadas, correr a la espalda de su defensa y tener más ocasiones de gol".

Recordó que hoy entrenan por la mañana para tratar de "ajustar cosas" antes de un partido que supone su estreno en casa y que espera "disfrutar", porque considera que su equipo ha demostrado en los entrenamientos "ilusión, trabajo e intensidad", y ahora deben "plasmar en el terreno de juego" todo eso.