Juan Carlos Unzué cruza los dedos por Pablo Hernández, el Tucu, después de que el internacional chileno disputase noventa minutos con su selección ante Ecuador durante el penúltimo de los partidos de clasificación del Grupo Sudamericano para el Mundial de Rusia.

Hernández se incorporó hace unos días a la concentración de Chile sin haberse recuperado de la lesión muscular en el sóleo que le privó de jugar con el Celta el último partido ante el Girona. La víspera de este choque, disputado el pasado 29 de septiembre en Balaídos, se le diagnosticó una pequeña rotura fibrilar en el sóleo (gemelo interno) de su pierna izquierda con un pronóstico de recuperación de unos 10 días. Con este pronóstico, los médicos del Celta le recomendaron que no viajase a Chile y se recuperase de la lesión en Vigo. Unzué le pidió también que se quedase, sin convencer al jugador. Las ganas de echar una mano a su selección en un momento crítico, con la clasificación para Rusia en el alambre, pudieron más que el riesgo de recaída.

En un primer momento se pensaba que, en el mejor de los casos, el Tucu estaría disponible para disputar el último encuentro de la fase clasificatoria, el próximo martes contra Brasil. Sin embargo, la lesión debe haber evolucionado mucho mejor de lo esperado, ya que el seleccionador chileno, Juan Antonio Pizzi, decidió que fuese titular en el decisivo encuentro contra Ecuador disputado en Santiago de Chile en la madrugada del pasado jueves.

Hernández no solo disputó los 90 minutos del partido con buena condición física, sino que se convirtió en uno de los artífices del agónico triunfo de Chile (2-1), certificado con un gol de Alexis Sánchez a seis minutos del final.

Los elogios hacia el centrocampista del Celta fueron unánimes. Tanto la prensa chilena como el técnico y sus compañeros de equipo, destacaron su actuación y elevado grado de compromiso con el equipo.

La notable actuación del Tucu pero sobre todo su aparente buena condición física hacen que el Celta respire un poco más tranquilo en vísperas del decisivo compromiso que la selección chilena tendrá que jugar contra Brasil el próximo martes en Sao Paulo.

Tras vencer a Ecuador la selección chilena necesita un triunfo frente a los brasileños para certificar su presencia en Rusia. El empate podría no bastarle, aunque le garantiza, en la mayoría de los supuestos, la repesca. En todo caso, salvo que se produzca algún contratiempo en los próximos entrenamientos, la titularidad de Hernández contra los brasileños el martes se da como segura.

Entretanto, el Celta contiene el aliento. Lo reciente de la lesión implica riesgos y el Tucu no es precisamente de los que se reserva sobre el terreno de juego. Juan Carlos Unzué, técnico del equipo vigués, no ocultaba el pasado jueves, unas horas antes del partido entre Chile y Ecuador, su preocupación por una eventual recaída, aunque elogiaba el compromiso del futbolistas con su país y se mostraba convencido de que esas mismas ganas las trasladaría al Celta en cuanto tuviese la oportunidad.