A fuego lento va preparando Juan Carlos Unzué a un Celta que intenta adaptarse a unos planteamientos tácticos que van moldeándose en función de las características del equipo. La opinión de los futbolistas cuenta, en este proceso de maduración, para encontrar el juego que devuelva al conjunto celeste a las plazas europeas.

"Van siete partidos y todavía es temprano para dar una valoración de si estamos jugando bien o estamos jugando mal. Hay que tener paciencia", proclama Rubén Blanco, titular en la portería del Celta en las dos últimas jornadas de Liga.

Además del cambio de cancerbero, Juan Carlos Unzué va adaptando su plan de juego a las características de los futbolistas que tiene a disposición. Ese aspecto táctico se consensúa en el vestuario entre jugadores y cuerpo técnico, según Blanco: "Hablamos mucho y decidimos que había que tomar otro tipo de solución".

Ello no obliga a renunciar a la idea básica de que el balón es el protagonista del juego de los célticos: "Seguimos intentando hacer lo mismo, pero tenemos que buscar más variantes en la salida de balón porque ya llevábamos cinco partidos y los rivales te van conociendo. Nuestra superioridad la hacemos cuando nos saltan a presionar al portero y en estos últimos partidos no lo hacían así y en ese caso creo que lo mejor era buscar la salida [en largo] hacia la última línea, que es lo que hicimos en estos últimos dos partidos. Y es tan bueno el buscar la última línea, que yo no lo llamaría pelotazo, porque en ningún momento lo es, como dársela a un central", explica Rubén Blanco en referencia a los desplazamientos más profundos del balón como alternativa al inicio de jugada que ha propuesto el Celta ante el Eibar y el Girona. Los pases en corto desde la defensa, que suponían altos riesgos para los celestes, se aparcan hasta nuevo aviso.

Blanco no ve en ello un cambio de estilo, sino más bien pequeños matices: "No creo que hayamos cambiado de estilo de juego. Al principio buscábamos al central de manera más exagerada y lo que tenemos que hacer es adaptarnos a lo que nos pida el míster y él adaptarse a lo que nosotros podemos hacer. A medida que vaya evolucionando la temporada se verán muchos pequeños matices que iremos cambiando según rival y cómo nos defiendan".

El guardameta de Mos habla de algunos aspectos del juego a corregir. "Nos falta un pelín de agresividad sin balón", explica Blanco antes de recordar que atacar y defender es una labor colectiva: "Atacamos once y defendemos once. La manera de empatar los dos últimos partidos en casa no es la más bonita, pero en la anterior ganamos en Eibar".

Desde la concentración de la selección eslovaca, Stanislav Lobotka lanza elogios a Unzué: "Es un hombre muy agradable, con experiencia, que trabaja muy bien. Estuvo en el Barcelona en el pasado y sabe cómo trabajar con los jugadores". El centrocampista se siente feliz en Vigo, como lo está Rubén Blanco tras recuperar la titularidad.

""Quiero seguir jugando, pero el míster tiene la última palabra. Él valorará según los entrenamientos que hagamos y según compitamos. También le puede tocar a Iván [Villar]. Sólo puedo trabajar para hacerle cambiar de opinión y que me ponga a mí siempre", sostiene el portero de Mos, que, ante la pregunta de si en verano recibió ofertas para marcharse, evita meterse en problemas: "Es un tema que dejó bien claro Felipe [Miñambres, director deportivo]. No hablaron con él y no seré tonto para desmentirlo".