Las lesiones comienzan a castigar a la defensa de Celta, la línea mas exigua del equipo esta temporada. El primero en caer ha sido Hugo Mallo, el capitán celeste, que el pasado viernes, en el compromiso liguero frente al Girona, tuvo que abandonar el terreno de juego por causa de una lesión muscular en el muslo izquierdo y podría estar alrededor de un mes alejado de los terrenos de juego.

El lateral derecho del Celta se llevó la mano a la parte posterior del muslo y pidió de inmediato el cambio al darse cuenta de que no podía continuar. Facundo Roncaglia lo sustituyó en el minuto 64 de partido después de que Wass se situara provisionalmente en su posición mientras los celestes estaban con diez hombres en el campo.

En una primera exploración sobre el terreno, los médicos del Celta diagnosticaron al zaguero marinense una rotura de fibras en el bíceps femoral de su pierna izquierda. En este primer diagnóstico, los facultativos no se comprometieron a dar un tiempo de baja, que dependerá de la evolución de la lesión, pero principalmente del tamaño del desgarro del músculo.

El Celta informo ayer de que Mallo será sometido mañana por la tarde a pruebas médicas que permitirán determinar con exactitud el alcance de la lesión. En este tipo de casos, el periodo de recuperación suele oscilar entre las dos y las seis semanas.

El mal menor es que la lesión del lateral derecho celeste se produce justo antes del parón de selecciones. El Celta no volverá a competir hasta dentro de 17 días -visita el próximo 16 de octubre a Las Palmas en el estadio Gran Canaria- y ello aminora ligeramente el problema.