El Celta de Juan Carlos Unzué ha encontrado una mina de oro en las jugadas a balón parado. El equipo celeste ha anotado la mitad de los goles que ha conseguido este curso gracias a la estrategia. Cinco de los diez tantos vigueses han llegado gracias a la estrategia.

En el encuentro en Ipurua los celestes marcaron en poco más de veinte minutos tres goles a balón parado. Los dos primeros un calco uno del otro. Falta lateral botada por Pione Sisto hacia el punto de penalti con el efecto hacia dentro y gol. Cabral de cabeza para el 1-0 y el propio atacante danés en el 2-0 después de que el intento de remate de Sergi Gómez despistase al portero de los armeros. El tercer tanto llegó tras un córner. Otra vez Pione Sisto puso un gran centro al segundo palo para que el ´Tucu´ Hernández lo remachase a la red.

En el partido inaugural de la temporada en Balaídos Maxi Gómez anotó ante la Real Sociedad después de encontrarse con el rechace de un saque de esquina. En Sevilla, frente al Betis en el Villamarín, el delantero uruguayo cabeceó a la portería -con la ayuda de Camarasa- otro centro puesto desde la esquina.

Este dato refrenda al técnico navarro como un gran estratega. Juan Carlos Unzué, durante sus años como segundo entrenador de Luis Enrique en el Barcelona, fue el encargado de diseñar las jugadas a pelota parada. Su trabajo se ha trasladado a este Celta que a falta de caudal ofensiva en algunos tramos de sus partidos explota esta manera para hacer daño a sus adversarios.