El Celta visita el estadio de Cornellá-El Prat, donde sus partidos acostumbran a decidirse en los últimos minutos, en los postres. Así pasó en las dos últimas derrotas que sufrieron los célticos en casa del Espanyol y en su victoria de la temporada pasada. El equipo que entrena Quique Sánchez Flores encadena cuatro derrotas consecutivas ante su afición y se sitúa a una de su peor racha en la máxima categoría, ocurrida cuando jugaba en Sarriá.

El partido de esta noche tiene para el Celta muchas similitudes con el que afrontó en la sexta jornada de la pasada temporada. Entonces, el equipo de Berizzo había protagonizado un pésimo arranque de campeonato, con tres derrotas consecutivas. Empató en la cuarta ante Osasuna y ganó en la quinta al Sporting. En la cita de Cornellá-El Prat se le presentaba la oportunidad de encadenar dos victorias y poner rumbo hacia posiciones más tranquilas de la clasificación.

El duelo afrontaba los cinco últimos minutos con un empate sin goles en el marcador. En el minuto 87 apareció Giuseppe Rossi para adelantar a los célticos. Dos minutos más tarde, Pione Sisto protagonizaba una jugada individual desde su propio campo para descerrajar un gran disparo desde el balcón del área para establecer el 0-2 definitivo. El partido se decidía en los instantes finales a favor de los célticos, que se resarcían de dos derrotas en el mismo escenario cuando el partido se acercaba a su final.

En el curso 2013-14 fue Sergio García -ha vuelto al Espanyol tras una aventura en Catar- quien rompió la igualada en el marcador en el minuto 87 de partido. Un año después, su compañero Caicedo también aprovechaba una de las últimas jugadas del encuentro para darle los tres puntos a los "pericos" ante un Celta que no había merecido tan excesivo castigo.

Esa fue la última victoria del equipo catalán ante un Celta que en los cinco últimos enfrentamientos con el rival de esta noche suma tres victorias y dos empates.

Preocupa entre la afición blanquiazul la falta de gol del equipo de Quique Sánchez Florez, que solamente suma uno en tres partidos. Además, en casa acumula cuatro encuentros sin marcar, con lo que están a noventa minutos de establecer su peor estadística de la historia en este apartado.

El Celta, por su parte, tampoco lleva una buena trayectoria en los últimos tiempos como visitante. Suma cuatro jornadas sin ganar a domicilio. La última alegría se la llevó de Granada el 16 de abril pasado, con goles de Jozabed, Marcelo Díaz y Claudio Beauvue.

A partir de entonces, los célticos no levantaron cabeza y cayeron consecutivamente contra el Sevilla (2-1), el Málaga (3-0), el Alavés (3-1) y el Betis (2-1).

Después de sumar su primera victoria del curso, frente al Alavés (1-0), los de Juan Carlos Unzué intentarán encadenar el segundo triunfo, que se les resiste desde la visita a Riazor y la victoria contra La UD Palmas en Vigo.