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Las tareas pendientes de Miñambres

Cerrado el mercado estival con 4 fichajes y 13 bajas, el director deportivo debe abordar la renovación de los 8 jugadores que concluyen contrato en los próximos dos años - Wass, Radoja y Jonny, los casos más urgentes

Jonny conduce el balón frente a Radoja y Wass en un entrenamiento en A Madroa. // Ricardo Grobas

El mercado estival se cerró ayer sin novedades para el Celta en las últimas horas de actividad en los despachos de Plaza de España. Tras formalizar 13 bajas e incorporar 4 fichajes, Juan Carlos Unzué dispondrá de una plantilla de 20 futbolistas (17 jugadores de campo y 3 porteros) para emprender el reto de devolver al equipo a Europa.

La posibilidad de fichar se disipa hasta enero pero la tarea de Felipe Miñambres no cesa. Lejos de ello, el director deportivo celeste debe emprender en los próximos meses la renovación de una significativa parte del actual plantel. Nada menos que ocho importantes futbolistas concluyen contrato en los próximos dos años. Sergio Álvarez termina su vinculación con el club en junio próximo y el vínculo de Daniel Wass, Jonny Castro, Andreu Fontás, Nemanja Radoja, Sergi Gómez, Gustavo Cabral e Iván Villar expira en 2019. No todas las renovaciones son prioritarias ni corren la misma prisa. Wass, Radoja y Jonny son los casos más urgentes. Su peso en el equipo ha crecido exponencialmente durante la etapa de Eduardo Berizzo y su productividad en Balaídos les ha convertido en piezas codiciadas de clubes con mayor músculo financiero que el Celta.

El club celeste lleva varios meses hablando con estos tres futbolistas sin avances significativos. Su excelente momento de forma no ha pasado inadvertido en las grandes ligas europeas y su creciente protagonismo y evidente crecimiento están complicando notablemente las negociaciones, que apenas han avanzado en los últimos meses.

El caso más complicado parece ahora mismo el de Daniel Wass, uno de los hombres más utilizados por Eduardo Berizzo e indiscutible también para Unzué. El internacional danés reveló a mediados de julio pasado que llevaba cuatro meses sin noticia alguna del club y la situación no ha variado en las últimas semanas. El jugador quiere quedarse y ha asegurado que dará prioridad al Celta pero las diferencias económicas son demasiado importantes como para ser optimistas sobre su continuidad. Carlos Mouriño se mantiene firme en su política de abordar las renovaciones "sin locuras" para no disparar el techo salarial de la plantilla y no parece que vaya hacer una excepción con Wass, que pretende aproximarse a los mejores pagados del equipo.

La situación del centrocampista escandinavo recuerda inquietantemente a la de Michael- Krohn Dehli, que abandonó el Celta para firmar con el Sevilla. Como su compatriota entonces, Wass está en edad de firmar un último gran contrato y no parece que vaya a dar su brazo a torcer si hay clubes dispuestos a pagarle lo que pide. Tras varios meses de silencio en los despachos de Plaza de España, el jugador ha optado por centrarse únicamente en el juego sin implicarse en la negociación, que deja en manos de su representante.

Menos problemáticas parecen las renovaciones de Jonny y Radoja. La condición de canterano del zaguero vigués, criado desde niño en A Madroa, debería sobre el papel facilitar las cosas. El jugador tiene desde hace meses sobre la mesa una oferta del club (que de momento ha rechazado) y ha quedado en retomar las conversaciones con la dirección deportiva al cierre del mercado. Tampoco la situación de Radoja acaba de concretarse, a pesar de que tanto el propio futbolista como el presidente céltico han asegurado en alguna ocasión que la negociación estaba "encaminada".

El Celta debe decidir también en breve sobre la continuidad de tres de sus cuatro defensas centrales, pues Sergi Gómez, Andreu Fontás y Gustavo Cabral concluyen contrato en junio de 2019. El club no ha movido por ahora ficha pero el asunto está sobre la mesa y el rendimiento de los tres zagueros en los próximos meses marcará la pauta.

Menor prisa corre en Plaza de España la continuidad de los porteros Sergio Álvarez e Iván Villar. El catoirano se muestra tranquilo, a pesar de que su contrato concluye el próximo año y el club no ha movido ficha. También se toma con calma la renovación de Villar, que ayer se estrenó en la convocatoria de la selección española sub 21 después de engrosar esta temporada la nómina del primer equipo.

La segunda plantilla más corta de la historia

  • Las cesiones de Claudio Beauvue al Leganés y David Costas al Barcelona B han incrementado el número de bajas en la plantilla del Celta hasta trece, catorce si se cuenta la marcha al filial azulgrana del lateral vigués Samuel Araújo, a quien Juan Carlos Unzué contaba tener a caballo entre el segundo y el primer equipo. Las cuatro nuevas caras incorporadas al grupo y la decisión (con el beneplácito del técnico) de Iván Villar de forzar su pase al primer equipo han dejado el plantel celeste en 20 futbolistas: 17 jugadores de campo y 3 porteros. Tanto se ha aligerado la nómina que Unzué va a contar con la segunda plantilla más corta de la historia del club. Solo en la exitosa campaña 1947-48 el entonces preparador celeste, Ricardo Zamora, dispuso de menos futbolistas que el actual técnico: 19, 17 hombres de campo, los mismos que Unzué, y dos guardametas. Hace tres temporadas, Eduardo Berizzo manejó también una de las plantillas más cortas de la historia celeste: 21 futbolistas y dos porteros.

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