El entrenador del Betis, Quique Setién, está ilusionado por debutar con un triunfo en el Benito Villamarín, esta noche ante el Celta, y afirmó ayer a Efe que espera "ganar muchos puntos este año" en un estadio que considera especial por "la pasión" que rodea al club verdiblanco.

"Me han contado que aunque crea imaginar lo que es este campo, es más, es diferente a lo esperado", destacó Setién ante el choque con los vigueses.

El técnico cántabro desea "cambiar la dinámica pesimista" de las últimas temporadas en el Betis y advirtió de que "la ilusión no es incompatible con la responsabilidad; esa ilusión hay que manejarla y gestionarla, que no se convierta en presión", por lo que sus jugadores deben "tratar de olvidar lo ocurrido en los últimos años".

Para el técnico, el Celta "tiene argumentos para oponer" a un Betis que pretende desarrollar una "filosofía parecida", aunque "con matices", porque ambos equipos van "a intentar usar el juego combinativo".

Setién, que mantiene sus dudas con el exbarcelonista Cristian Tello porque "necesita su tiempo" tras superar una lesión de tobillo, no quiso anunciar la titularidad del centrocampista Javi García, otro de los fichajes, porque le "gusta tener motivados a los jugadores".

El cántabro dijo sentir "la misma responsabilidad que en Las Palmas o en Lugo", aunque en el Betis haya "50.000 socios y tenga que firmar quinientas fotos" porque él no puede "dar más de lo dado en otros sitios", si bien admitió que en Sevilla "hay un componente distinto que es una pasión que se da en muy pocos lugares".

Espera imponer su estilo poco a poco porque "muchos jugadores tratan de hacer las cosas que hacían en otros equipos" y "tienen registrados movimientos, detalles, gestos que hay que cambiar", y puso como ejemplo que "la mayoría no asimila que deben defender apretando hacia arriba, no retrocediendo".