El Celta ya está en casa. El equipo de Unzué y su afición han tenido ya su primera toma de contacto en un Memorial Quinocho donde dieron los primeros brochazos de un proyecto que anhela regresar a Europa al término del curso futbolístico que comienza dentro de diez días.

El cuadro celeste no pudo regalar al celtismo un triunfo. El resultado no acompañó a pesar de llevar la iniciativa durante los 90 minutos que duró el Memorial Quinocho. El equipo vigués volvió a demostrar que su intención es dominar los partidos, ser protagonista. Ante el Udinese tuvo la posesión, pero le faltó intensidad en los metros finales para llegar con claridad a la portería rival.

Uno de los más peligrosos volvió a ser Iago Aspas. El jugador franquicia de este Celta fue el primer en avisar a Beuffet. El portero del Udinese tuvo que intervenir hasta en dos ocasiones durante la primera hora de juego para evitar la diana del morracense. El Udinese, por su parte, sólo puso en aprietos a Iván Villar, titular en este Memorial Quinocho, con un remate cruzado de Balic que se fue rozando el palo derecho de la meta viguesa.

El premio llegaría al filo del descanso. Maxi Gómez firmaba su debut soñado en Balaídos. El uruguayo perforaba el arco rival, hacía justicia al dominio local con la que es su segunda diana en lo que va de pretemporada. El joven atacante da motivos a Unzué para que confíe en él para ser la referencia ofensiva del equipo que debute en LaLiga Santander ante la Real Sociedad.

Tras la reanudación comenzó el carrusel de cambios. Unzué refrescaba al equipo con la entrada de Cabral y Rubén Blanco por Sergi Gómez y Rubén Blanco. El Celta seguía con el mismo guión. Balón, balón y más balón para desarbolar a un ordenado Udinese. Aspas avisaba, pero los italianos tampoco sufrían demasiado con las largas posesiones del cuadro local.

En la recta final, y con un once completamente diferente al que comenzó el amistoso, el Celta acabaría cediendo su mínima ventaja. De Lima aprovechaba un error defensivo para neutralizar el tanto de Maxi Gómez. Quedaba poco más de cinco minutos. El Celta tiró de orgullo. Hjulsager y Daniel Wass buscaron el desempate con sendos disparos desde fuera del área, pero sus lanzamientos no encontraron portería.

Ya era demasiado tarde. Iglesias Villanueva decreta el final del tiempo reglamentario. El Memorial Quinocho se decidiría en la tanda de penaltis. El Celta fue el primero en ejecutar los lanzamientos desde los once metros. El Tucu Hernández perdonó desde el punto fatídico. Hubo un atisbo de reacción ante un error del Udinese y la posterior parada de Rubén Blanco. Sin embargo, el penalti de Cabral al cielo de Vigo y el error de Guidetti en el lanzamiento decisivo hacen que este Memorial Quinocho ponga rumbo a tierras italianas.

RC Celta: Iván Villar; Hugo Mallo, Sergi Gómez, Roncaglia, Jonny; Radoja, Lobotka, Jozabed; Iago Aspas, Pione Sisto y Maxi Gómez. También jugaron: Rubén Blanco; Costas, Cabral, Fontás, Pampín; Tucu Hernández, Wass, Brais Méndez; Hjulsager, Beauvue y Guidetti.