La semana pasada el Celta celebraba en Inglaterra el cumpleaños de dos de sus capitanes, Iago Aspas y Sergio Álvarez. El moañés y el arousano son dos de los referentes del vestuario del equipo vigués. Ellos derribaron la puerta del primer equipo hace casi una década.

Una semana después, el joven Pape Cheikh es el que sopla las velas. El centrocampista lidera la nueva hornada de A Madroa. Entre él y Aspas hay una década de distancia, diez años para verse en el espejo de un futbolista que supo ganar, con paciencia, su lugar entre las estrellas de LaLiga Santander.

El internacional con las categorías inferiores de España es una de las firmes promesas del balompié nacional. Probó con la sub'21 que acabó subcampeona de Europa hace unas semanas. El nuevo reto de Pape Cheikh es mayúsculo. Con la llegada de Unzué espera hacerse un hueco entre la nutrida sala de máquinas de un Celta en el que Daniel Wass, Tucu Hernández y Nemanja Radoja parece que parten con ventaja. Su pretemporada ha sido tan notable que incluso la prensa inglesa se ha hecho eco de su potencial.

El jugador natural de Senegal colgó en Instagram una imagen con su compañero David Costas. Pape Cheikh, que llega lesionado al estreno del Celta de Unzue en Balaídos ante el Udinese, espera gozar de más protagonismo que la pasada campaña, donde ya logró debutar como goleador en la máxima categoría del fútbol español.