Borja Iglesias casi ha deshojado la margarita. El goleador canterano ha decidido no iniciar el lunes la pretemporada con el primer equipo y se inclina por salir cedido a uno de los numerosos equipos de Segunda División que pujan por hacerse con sus servicios, una vez que se ha enfriado la posibilidad de ser traspasado al Barcelona B. Iglesias se reunirá en los próximos días con el Celta para concretar su futuro. El Zaragoza parece su destino más probable.

Aunque durante algún tiempo el goleador compostelano barajó seriamente la posibilidad de luchar por hacerse con un puesto en la primera plantilla celeste, la decisión del nuevo técnico, Juan Carlos Unzué, de manejar el próximo curso una plantilla más corta y la elevada competencia que el artillero compostelano se va a encontrar en su posición han acabado por convencerle de que lo más conveniente para su carrera es probar fortuna la próxima temporada en un equipo de Segunda División que le permita disponer de los minutos que necesita para mantener su progresión y que, hoy por hoy, el Celta no le garantiza.

Borja Iglesias tiene claro que, de quedarse en Vigo, sería el quinto delantero centro en el orden de preferencias del técnico y, con solo dos competiciones por delante, tendría muy complicado jugar, que es ahora mismo su máxima prioridad. La decisión de cambiar de aires está, pues, tomada. Queda ahora por decidir el destino. El jugador prefiere una cesión a un traspaso pero debe concretar aún con el club las condiciones de su marcha. Su idea es resolver su situación antes del fin de semana y, de este modo, no tener que incorporarse el lunes a los entrenamientos con el Celta en las instalaciones deportivas de A Madroa. Las posibilidad de recalar en el filial del Barcelona, que el próximo curso militará en Segunda División y llegó a ofrecer más de un millón de euros para adquirirlo en propiedad, parece haberse enfriado casi por completo, con lo que gana terreno la opción de una cesión, como prefería el jugador. Queda por ver adónde y en qué condiciones, pues tanto Iglesias, que no renuncia a la ilusión de triunfar algún día en el Celta, como el club son partidarios de renovar su contrato antes de que salga cedido. Ésta ha sido la política habitual del Celta en los últimos años con los canteranos y en el caso de Iglesias, que el pasado curso anotó 34 goles y fue el máximo goleador nacional de Segunda B, la ampliación contractual está más que justificada. Tanto el club vigués como el jugador se inclinan por una cesión pura y dura, sin opción de compra para el prestatario.

En cuanto al club de destino, no hay nada definitivo, si bien el Real Zaragoza ha ganado terreno en las últimas horas con respecto a otras opciones, como el Osasuna, el Oviedo, el Córdoba, el Lugo o la Cultural Leonesa. El club maño se propone realizar una amplia remodelación de su plantilla y ha lanzando una ofensiva parar que el goleador celeste sea el referente de un ambicioso proyecto con el que intentar el ascenso a Primer División. A Borja Iglesias le atrae la idea y le gusta el Zaragoza, que ahora mismo el es club mejor situado para hacerse con sus servicios a préstamo.