El Celta está decidido a que el césped de Balaídos presente un estado impecable la próxima temporada y ha iniciado la remodelación del terreno de juego, que espera tener lista para el próximo mes de agosto, coincidiendo con la disputa del Memorial Quinocho, el torneo que tradicionalmente sirve de presentación al equipo ante la afición.

Las máquinas han comenzado a levantar el viejo campo con la idea de sembrar césped nuevo que esta vez esperan que no sufra los problemas ocurridos el pasado curso.

Cabe recordar que el equipo vigués se gastó en la primavera de 2016 cuatrocientos mil euros en la remodelación completa de la hierba, cuyo deficiente estado perjudicaba claramente el fútbol ofensivo practicado por el conjunto que entonces dirigía Eduardo Berizzo.

La remodelación del césped no resultó sin embargo como se esperaba, pues desde el principio de la pasada temporada, a pesar del notable gasto realizado por el club pocos meses antes, el campo presentaba de nuevo muy mal estado, con el césped quebradizo, que se levantaba a la primera de cambio propiciando constantes caídas y resbalones. El Celta programó hace dos meses y medio luna ambiciosa remodelación del terreno de juego teniendo en cuenta la posibilidad de ascenso del filial que, de haberse producido, supondría mayor castigo para el césped al tener que compartir los dos equipos el campo. El Celta club no tendrá que asumir el coste de la obra, que correrá a cargo de Royal Verd, empresa contratada para la instalación y mantenimiento del césped que asumirá, por convenio, la totalidad de los gastos.