El Celta inicia una nueva etapa con la llegada al banquillo del primer equipo de Juan Carlos Unzué, que esta mañana firmó un contrato por dos años con el club vigués y a continuación fue presentado en Balaídos junto a su grupo de trabajo. Al técnico navarro, que los últimos cuatro años fue colaborador de Luis Enrique Martínez en el Celta y después en el Barcelona, le acompañan en su segunda etapa en Balaídos los mismos con los que trabajó en el Camp Nou: Robert Moreno como segundo entrenador, Rafel Pol como preparador físico y Joaquín Valdés como psicólogo. A ellos se une Nando Villa como entrenador de porteros. El director de la cantera de A Madroa, Carlos Hugo García Bayón, colaborará con Unzué, como enlace de la primera plantilla y el fútbol base del club.

El navarro habló de "ambición sin límites", pero sin fijarse un objetivo concreto para la próxima temporada: "Hay una parte de continuismo, sino el club no me habría fichado. El club tiene claro hacia dónde quiere ir. Buscaremos la continuidad de un equipo que quiera tener protagonismo, tener la pelota, agresivo, persistente, que muestre al público motivos para que se identifique con él. Esos conceptos personales ya están instaurados en la mayoría de jugadores que tenemos y eso es una ventaja. De inicio, la idea es tener una identidad. Con nuestra llegada, el club vuelve a definirse hacia dónde quiere ir", señaló el sustituto de Berizzo, a quien recordó y de quien destacó la labor realizada en los últimos tres años al frente del conjunto vigués.

Unzué desveló que la primera baja de la actual plantilla es Carles Planas, pero evitó dar detalles sobre la planificación de la plantilla con la que comenzará a trabajar a partir del 10 de julio. Dos semanas después, el Celta realizará una gira por Inglaterra, cerca de Leicester, donde disputará tres partidos amistosos. En torno al 5 de agosto regresará a Vigo para completar una pretemporada con pocos partidos de preparación, entre los que podría incluirse el Memorial Quinocho.

El nuevo entrenador del Celta quiso agradecer la confianza del club para poder ejercer de nuevo como máximo responsable del banquillo, después de hacerlo en 2010 al frente del Numancia, en Segunda División. "Estoy muy ilusionado y contento de estar de vuelta. A veces los sueños se cumplen y se cumplió tanto para mí como para mis compañeros. No me gusta hablar de objetivos porque es ponerse límites al trabajo. Limitaciones cero. Vengo con ganas de hacer cosas diferentes y de tratar de disfrutar. La intención es que la gente se sienta orgullosa del Celta. Hay que aspirar a todo, esa es la intención", reiteró.

Respecto a la confección de la plantilla, Unzué apuntó que quiere trabajar con 20 o 22 futbolistas y negó que haya descartado a Guidetti. Habrá bajas, pues entorno a 29 jugadores, incluidos los cedidos, cuentan con contrato en vigor. "Tiene que haber ciertos cambios porque generan ilusión", proclamó el navarro, sin dar más detalles sobre la planificación que abordará en los próximos días con el director deportivo, Felipe Miñambres. "La exigencia es alta pero creo que está en relación a lo que la plantilla y el club pueden dar. Todo está en relación a lo que hay. Hay que remodelar la plantilla para que el club dé un paso más adelante, buscando el beneficio y el crecimiento".

En su primera comparecencia como ya técnico del Celta, Unzué estuvo acompañado de todos sus colaboradores. El presidente Carlos Mouriño le dio la bienvenida y recordó la exitosa experiencia del grupo de trabajo que hace cuatro años lideraba Luis Enrique Martínez: "Ya no han hecho felices en una época y espero que nos hagan felices ahora".

El director deportivo del Celta, Felipe Miñambres, reconoció que el club negocia con el Fulham el fichaje de Jozabed Sánchez por una cantidad menor a la estipulada en la cláusula con la que el andaluz llegó cedido a Vigo el pasado enero. También adelantó que Rossi estudia una oferta del Celta para seguir vinculado al club vigués hasta enero, mientras el italo-estadounidense se recupera de su grave lesión de rodilla.