El Celta ha iniciado la vida sin Eduardo Berizzo. El club celeste asimila la marcha del que ha sido su guía las últimas tres temporadas y se dispone a armar su próximo proyecto deportivo con un nuevo técnico que dé, con sus propios matices, continuidad al estilo de juego forjado en estos años bajo la avezada batuta del preparador argentino. El rigor financiero y el respeto hacia la producción de la cantera son dos de los pilares sobre los que asentar el nuevo Celta, que contará con un plantel más corto en efectivos.

la búsqueda. El principal problema de la dirección deportiva será encontrar un sustituto para el banquillo a la altura del Toto, algo nada fácil, según confiesan en Plaza de España. El Celta de Berizzo tenía sello de autor: estilo audaz, presión alta, querencia por los duelos individuales y vocación abiertamente ofensiva eran seguramente sus distintivos, aunque acaso su mayor mérito ha sido aglutinar al celtismo sobre una atractiva idea de juego y conseguir que sus hombres la defiendan sin cortapisas.

Más que un técnico concreto, el club busca un entrenador que se ajuste a este perfil. Su buena experiencia con Luis Enrique Martínez, el predecesor de Berizzo en el cargo, convierte a Juan Carlos Unzué, segundo del asturiano en el Barça y en el Celta, en el favorito para ocupar el banquillo de Balaídos. Unzué encaja en el estilo, gusta su método y conoce la casa y las categorías inferiores, lo que supone un plus añadido. Su mayor inconveniente es su escasa experiencia como primer entrenador, pues solo ha dirigido en solitario al Numancia una temporada, en Segunda División en 2013, con discretos resultados.

Una de las cuestiones que habría que resolver con Unzué es la de sus colaboradores. El Celta desconoce si contará con el preparador físico Rafael Pol y Roberto Moreno como segundo entrenador. Dependerá de Luis Enrique, que en principio se toma un año sabático con la idea de volver a entrenar al siguiente.

La opción de Unzué es seguramente las que más gusta en Plaza de España, aunque no la única. Dentro de la escuela azulgrana ha sonado también el nombre de Óscar García Junyent, entrenador del Red Bull Salzburgo, campeón de la Liga austríaca. El catalán, que ya ha estado alguna vez en la lista de candidatos para dirigir al Celta, gusta por su perfil aunque tiene un caché elevado y nunca ha entrenado (aunque la conoce bien) en la Liga española.

En los últimos días han sonado otras opciones que ahora mismo parecen más improbables como el portugués Vilas Boas, el uruguayo Diego Alonso o últimamente el argentino Guillermo Hoyos, campeón del Torneo de Clausura en Chile con la Universidad Católica, cuyo segundo ha asegurado manejar una oferta del Celta.

una plantilla más corta. Una vez se concrete el técnico que va a liderar el proyecto, el siguiente paso será la configuración de la plantilla. Con solo dos competiciones por delante el próximo curso el Celta se propone manejar un plantel más corto, de veinte o veintiún jugadores de campo y los dos porteros de la casa. Actualmente el club tiene cubiertas las 25 fichas del plantel con la incógnita sobre el futuro de Guiseppe Rossi, cuya opción de compra no se va a ejercer pero a quien el club tampoco quiere dejar desatendido mientras se recupera de su lesión.

Además del italiano, concluye contrato Carles Planas, cuya continuidad parece harto complicada pues, a diferencia de otros compañeros, el Celta no le ha hecho llegar en los últimos meses propuesta alguna de renovación y es desde enero libre para negociar su futuro. Su única posibilidad de seguir sería contar con el aval del nuevo técnico. Otros jugadores con contrato en vigor, como Josep Señé, tampoco tienen asegurada su continuidad; mientras que gente como John Guidetti, Theo Bongonda, Álvaro Lemos o Marcelo Díaz "están en el mercado", lo que significa que el club está abierto a escuchar ofertas por ellos.

fichajes. Siguiendo su costumbre de los últimos años, el Celta prevé incorporar en este mercado de verano tres, a lo sumo, cuatro futbolistas con capacidad de ser titulares. El club vigués hizo oficial ayer mismo la contratación por cinco temporadas del delantero uruguayo Maximilano Gómez, el Toro, traspasado de Defensor por cuatro millones de euros y apura también, aunque la negociación se ha complicado en los últimos días,la contratación del extremo mexicano del Pachuca Hirving Lozano. También quiere incorporar un centrocampista, que podría ser Jozabed Sánchez, renegociando a la baja la opción de compra de 5 millones que el Celta dispone para contratarlo. El sevillano es sin embargo solo una de las opciones que se barajan. El club podría plantearse también alguna contratación a mayores para reforzar la defensa, si lo pide el nuevo entrenador.

cedidos. El Celta tiene que decidir qué hace con los cuatro futbolistas con contrato en vigor que tiene cedidos esta temporada en otros equipos: Álex López y Dejan Drazic, en el Valladolid; David Costas en el Oviedo; y Levi Madinda en el Nástic de Tarragona. De los cuatro solo el defensa central canterano parece tener cabida en el nuevo proyecto, aunque la decisión final corresponderá al nuevo inquilino del banquillo. Queda por ver la situación de jugadores del filial con contrato en el primer equipo como Borja Fernández o Borja Iglesias. La solución podría estar en el propio filial, si asciende, lo que ahora parece complicado; en el primer equipo o incluso en otro club, pues la Segunda División B se le ha quedado pequeña a ambos.