Con solo 10 años se aficionó al Celta. No es extraño salvo porque es de Orihuela y no tiene ningún otro vínculo con el club celeste más que su pasión por el buen fútbol. Se prendó de aquel Celta de Mostovoi y Karpin: "Me gustaba tanto que un día, con 13 años, hice que mi padre me llevara al Camp Nou a ver el Celta". Cuanto tuvo edad para sacarse el carnet de conducir siguió al equipo por los campos de España, aunque por aquel entonces el conjunto celeste militaba en Segunda: Murcia, Almería, Cartagena... Ahora, que toca animar al Celta en Manchester no quiere perdérselo. Esta temporada se desplazó hasta Balaídos para ver el partido ante el Genk. "Aún antes de tener entrada ya saqué el billete para Manchester tras el sorteo. No podía perdérmelo. Tenía la ilusión de asistir a la final de Copa, pero no pudo ser", se lamenta. Hoy tomará un vuelo desde Alicante, a las 11.00 horas, dormirá cerca de Old Trafford y regresará mañana, a las 20.00.