Genio y figura. José Mourinho se marchó ayer del Emirates Stadium con una derrota que lleva al Manchester United a despedirse de sus opciones de concluir entre los cuatro primeros clasificados de la Premier League. Después de veinticinco jornadas sin perder en el campeonato doméstico, los "Red Devils" tendrán que apostarlo todo al partido del jueves contra el Celta e intentar meterse en la final de la Europa League para ganar el único título internacional que le falta al club y a obtener como regalo extra una plaza para el primer torneo continental. Este tropiezo del United se produce ante el equipo que dirige Arsene Wenger, con quien Mourinho ha mantenido una tensa relación personal en los últimos años. De hecho, es la primera vez que el técnico francés del Arsenal gana un partido de Liga a un equipo dirigido por Mourinho.

El técnico portugués, sin embargo, no quiso abandonar el Emirates Stadium sin dejar una perla en la sala de prensa, una muestra más de su carácter altanero: "Es la primera vez que me voy de este estadio con la afición del Arsenal sonriendo", recordó quien durante años entrenó al Chelsea, vecino y rival de los gunners.

Mourinho consideró tras el partido que su equipo había sufrido una derrota injusta: "No merecimos perder".

Debut de Tuanzebe

Habló también el luso del joven defensa Axel Tuanzebe, debutante en la jornada de ayer con el Manchester United: "El chico estuvo fantástico. Pienso que Alexis Sánchez ya recordará su nombre". El zaguero inglés fue una de las novedades de un once muy renovado con respecto al que el jueves jugó en Balaídos. Ausente Fellaini por sanción, Mourinho recurrió a los menos habituales para disputar un partido en el que se jugaba sus últimas opciones de entrar en el top 4 de la Premier League.

En el banquillo del United se encontraban Valencia, a quien Mourinho calificó ayer como "el mejor lateral derecho del mundo", Bailly, Blind, Pogba, Rashford y Lingard. De Gea fue el portero titular en esta ocasión, pues en la competición europea juega el argentino Romero. Ayer, Mourinho recurrió a veteranos como Carrick, Mata y Rooney, pero no pudo superar a un Arsenal más ambicioso.