Pione Sisto no ha necesitado jugar en Inglaterra para que allí tengan referencias del joven atacante céltico. El año pasado le marcó dos goles al Manchester United en la eliminatoria de la Liga Europa que el danés disputó con el Midtjylland: uno en cada duelo de una eliminatoria que los ingleses se llevaron de calle.

El colombiano Antonio Valencia se tuvo que encargar de la vigilancia de Sisto, quien buscó con insistencia la jugada que más le gusta y que le ha convertido en una de las figuras del Celta en las últimas eliminatorias europeas: controlar de espaldas desde la posición de extremo izquierdo, moverse hacia el centro y buscar el golpeo con el interior, de rosca, buscando la portería. La jugada le salió perfecta ante el Genk, tanto en la ida como en la vuelta. Ayer, el danés de origen sudanés lo intentó a la media hora y en el comienzo de la segunda mitad. La parábola del balón estuvo a punto de sorprender a Romero, mientras que Valencia no encontraba explicación a que el céltico volviese a complicarle la vida.

Con la irrupción de Jozabed, Sisto tuvo más oportunidades de recibir buenos balones para intentar desbordar al lateral del equipo de Mourinho con fintas y quiebros que buscaban rematador.

En su tercer enfrentamiento con el United, Sisto se quedó con las ganas de celebrar otro gol en esta Europa League, donde el Celta acudirá al partido de vuelta con un gol en contra. Así le ocurrió a los de Berizzo ante el Shakhtar. Acabaron dándole la vuelta a la eliminatoria en tierras ucranianas.