Demasiado Manchester. El equipo de José Mourinho se le atragantó anoche al Celta y confirmó en Balaídos su condición de gran favorito en la Europa League anulando las virtudes del conjunto de Berizzo para llevar el partido a su terreno y tomar al asalto el engalanado coliseo celeste con un triunfo que le impulsa hacia la final y obliga al Celta a una proeza la próxima semana en Old Trafford, donde los de Berizzo tendrán que marcar dos goles sin recibir ninguno para plantarse en la final. Un gol a balón parado de Rashford resultó a la postre crucial para decidir un encuentro en el que Sergio volvió a ser el mejor de los celestes y Aspas estuvo desdibujado y muy poco resolutivo.
todo el arsenal
Ni Mourinho ni Berizzo se dejaron nada en el armero en este primer asalto de la eliminatoria. El técnico céltico introdujo apenas las novedad de Roncaglia como "pareja de baile" de Cabral en el eje de la zaga, mientras que el preparador luso apostó por el belga Fellaini y por el español Ander Herrera para acompañar a Pogba, el hombre de los 100 millones, en medio campo. En ataque, Mourinho formó con Rashford en punta, flanqueado a la derecha por Lingard y a la izquierda por Mkhitaryan.
titubeo inicial
No entró el Celta enchufado en el partido, que se jugó desde los primeros minutos bajo las premisas establecidas por Mourinho, que situó ordenadamente sus piezas, apretó en medio y aprovechó el imponente físico y velocidad de Pogba y Fellaini, dos bestias, para dominar el juego e intentar profundidar por banda hacia el portal de Sergio, especialmente por el costado izquierdo, donde el armenio Mkhitaryan, un pasador excelso, generó muchos problemas a la defensa céltica, que tuvo que tirar de ayudas para contener los daños.
Fue, sin embargo, el equipo de Berizzo el que cortejó primero el gol gracias a un gran centro de Radoja al segundo palo que Wass no alcanzó a embocar de cabez con Romero prácticamente vencido. Pasaron 11 minutos hasta que los celestes dieron sus primeras señales de vida.
más brega que fútbol
Desposeído de la pelota, al Celta le costo asociarse para armar el ataque. Más que imponer su fútbol, el cuadro celeste tuvo que emplearse a fondo en una desigual batalla en el medio del terreno, donde el rival impuso su mayor fortaleza y temple. Y en medio de la brega fue el United el que se encontró más cómodo.
el "gato" salvador
En una batalla a su medida, fue el Manchester el equipo que generó mayor peligro, hasta el punto de convertir a Sergio en el mejor de los celestes. El "Gato" confirmó su excepcional nivel de forma salvando al Celta tres veces antes del descanso con paradas de todo color: volando para sacar con una mano portentosa un remate emponzoñado de Rashford; abortando con el pie un mano a mano frente a Mkhitaryan tras una impresionante arrancada de Pogba; y, casi al filo del intermedio, desviando un tiro casi a bocajarro de Lingard. Un seguro de vida para el Celta.
reacción
No es el Celta un equipo que se conforme con el papel de comparsa. Sin importarle el rival o escenario, este Celta nunca se rinde y tampoco lo hizo anoche frente al Manchester. La pausa del descanso reactivó a los de Berizzo, que intensificaron la presión, recuperaron la pelota y trataron (aunque rara vez lo consiguieron) llevar e partido a su terreno. Sin continuidad en la elaboración, el equipo celeste tuvo al menos la virtud de tirar de acciones individuales para poner en aprietos a Romero, el "Gato" del United.Aspas, muy desvaído anoche, rondó el gol con un buen remate de cabeza a centro de Wass que no encontró portería, pero fue Sisto, en una acción marca de la casa, el que puso en verdaderos aprietos al rival ganando la medialuna del área para descerrajar un misil que Romero sacó en el último momento, cuando parecía que el balón se colaba, con una colosal estirada.
mazazo a balón parado
Las acciones detenidas suelen ser decisivas en los partidos igualados, sobre todo si eres, como el equipo de Mourinho, un especialista en sacar provecho al balón parado y cuentas con toda un legión de lanzadores y rematadores. El hombre decisivo fue anoche Rashford, que aprovechó un falta en el borde el área céltica para conectar un disparo imparable que frenó a los celestes justo cuando parecían despertar en el partido.
berizzo mueve ficha
En vista del atasco, Berizzo jugó la baza de Jozabed, que suplió a Wass con la idea de ganar criterio en la circulación de la pelota y precisión en el último pase pero la entrada del sevillano no mejoró las prestaciones ofensivas del cuadro celeste frente a un Manchester dedicado en la recta final del choque a gestionar su ventaja. Mourinho replicó cambiando las dos alas del ataque con gente de refresco (entraron Martial y Young, aunque este tuvo que retirarse lesionado) y, pese al esfuerzo final en busca del empate, el partido murió donde quería el entrenador del United.
