Jose Mourinho no cambia. Sus equipos destacan por la fortaleza física para defender su portería. Al portugués le da igual que cuente con los mejores delanteros del mundo. Su filosofía futbolística se basa en no perder, por lo que los empates también cuentan, aunque en una competición de tres puntos como LaLiga o la Premier sirvan de poco. En el caso del Manchester United, le sirven para ser quintos, a dieciséis puntos del líder (Chelsea), a doce del segundo (Tottenham) y a uno del tercero y el cuarto (Liverpool y Arsenal). Uno de los equipos más ricos del mundo y con una plantilla repleta de estrellas, ni siquiera tiene garantizada una plaza en la próxima Liga de Campeones, en la que estuvo ausente este curso.

Sin embargo, Mourinho luce buenas estadísticas, como las veinticinco jornadas que mantiene a su equipo invicto en la Premier (13 victorias y 12 empates). No pierde un duelo de liga desde el 23 de octubre pasado. Eso le ha llevado a acumular 14 partidos en tablas en 34 jornadas, lo que convierten al United en el rey del empate en Inglaterra.

El porcentaje de victorias de Mourinho en Old Trafford es del 39 por ciento, muy lejos del 72 por ciento que ostenta Ferguson, el 68 de Van Gaal, el 58 de Atkinson, el 52 de Sexton y el 44 de David Moyes. Estos números convierten al portugués en el peor entrenador de los Red Devils de los últimos tiempos.

A su favor, Mourinho cuenta con que su equipo es el segundo menos goleado de la Premier (con 25 tantos en contra), por detrás del Tottenham, pero no pasa del séptimo puesto en cuanto a capacidad realizadora. Suma 51 goles a favor, pese a que en su plantilla ha contado con artilleros de la talla de Ibrahimovic, Rooney, Rashfort o Martial, y asistentes como Mata, Herrera o Mkhitaryan. Mourinho no cambia.