Sin protagonismo de Iago Aspas, que firmó acaso su partido menos visible de la temporada, el Celta se las ingenió anoche para rubricar con el cuchillo entre los dientes un empate que rompe con sus techo histórico en el continente y sitúa al equipo celeste en la antesala de su primera final europea. Todo un ejercicio de pragmatismo firmó el equipo de Berizzo, que tuvo en el Genk otro formidable oponente y resolvió el pase en un partido muy igualado con un golazo de Pione Sisto, el hombre de la eliminatoria. El danés robó un pase en cancha contraria, galopó con viento de cola hacia la media luna con cuatro rivales pisándole los talones y, tras quebrar la cintura al marcador que le salió al paso, descerrajó un misil que hizo estéril la estirada de Ryan.

La inmediata respuesta del combativo Genk, que igualó la contienda dos minutos después con otro golazo de Trossard -una pesadilla- tras un grave error defensivo de Cabral, metió inesperadamente en el partido al equipo de Stuivenberg y convirtió el tramo final del choque en una montaña rusa. Pero no hubo más errores. Los celestes fueron capaces de encajar el golpe y gobernar con mucho sufrimiento los nervios para sacar adelante con mucho sufrimiento en empate que permanecerá grabado con letras de oro en los anales del club. Tres grandes de Europa: el Manchester United, Olympique de Lyon o Ajax esperan a mediodía a los celestes en el bombo de Nyon.

toda la tralla

Nada se dejaron en la banqueta los técnicos, que formaron con sus respectivos titulares. Berizzo repitió la formación de Balaídos, con Fontás en el eje de la línea defensiva y Aspas, Sisto y Guidetti en el frente de ataque, aunque llegando al descanso el sueco tuvo que dejar su lugar a Beauvue, que volvió a mostrar muy interesantes cualidades -definitivamente su posición natural es la de nueve- como delantero centro.

Stuivenberg recurrió también a sus mejores elementos. El antiguo segundo de Louis van Gaal en el Manchester United solo realizó un cambio, el del capitán Buffel por el joven Boettius, una modificación que restó velocidad al Genk pero le proporcionó criterio al ataque por banda derecha, la zona por la que el conjunto belga percutió con mayor intensidad y peligro en el primer tiempo.

un partido sin dueño

Los belgas dejaron muy claro desde el principio que no querían el papel de comparsa. Como en Balaídos, el Genk adelantó la línea de presión y apretó con intensidad al Celta en su propio campo y no tardó en generar peligro con un buen centro de Trossard y más tarde con centro de Malinovsky tras un balón perdido por Mallo. Diez minutos de agobio inicial que el Celta se sacó de encima defendiéndose con la pelota, pero sin generar demasiado peligro frente al marco del exvalencianista Ryan.

Lesión de guidetti

En plena disputa por el gobierno del partido y la pelota, el Celta sufrió su primer contratiempo con la lesión de Guidetti. Camino del descanso, el sueco se llevó la mano a la rodilla y pidió el cambio, lo que precipitó el ingreso en cancha del antillano Beauvue, que brilló como nueve puro y se convirtió en una de las mejores bazas ofensivas del grupo de Berizzo.

las más claras, del celta

La mejor ocasión fue Sisto, que volvió a ser un verdadero quebradero de cabeza para los belgas y dio el primer aviso con un maravilloso disparo desde la frontal que no acabó de coger toda la rosca y se perdió por la línea de fondo rozando la escuadra derecha del marco belga. Un golpe de autoridad, el del danés, que permitió al Celta concluir el primer tiempo en campo contrario con buenas expectativas de, al menos, conservar su exigua renta. Beauvue, que mejora con cada encuentro, cortejó el gol anticipándose brillantemente a su marcador para sacarse de la manga, de primera, un portentoso disparo que convirtió en héroe a Ryan.

paso al frente del rival

El paso por los vestuarios no mejoró al Celta y dio un plus de mordiente al Genk, que reclamó la iniciativa y se apoderó de la pelota y trató de ganar el área de Sergio, aunque sin demasiado filo. Solo Trossard dio miedo (y mucho) con un gran disparo desde la frontal que se perdió por la línea de fondo muy cerca de la escuadra. Aunque el Genk dominó la pelota y rondó con peligro a Sergio, el portero céltico apenas tuvo que intervenir y mostró mucha seguridad. Fue Beauvue el que dispuso de la mejor ocasión para marcar en un mano a mano algo escorado ante Ryan bien salvado por el australiano.

pione y trossard

Las precauciones de Stuivenberg, que situó a dos hombres en el marcaje de Sisto, no sirvieron al técnico holandés, que fracasó en su propósito de contener al veloz extremo danés. Sisto se lo guisó y se lo comió solo para adelantar al Celta con un golazo y inclinar la eliminatoria para los celestes, que sin embargo se vieron primero sorprendidos y luego abrumados con la réplica de Trossard. El gol del joven extremo belga equilibró de nuevo las cosas obligando a los celestes a un sólido ejercicio defensivo para conservar el resultado con los nervios a flor de piel. Con sufrimiento lograron superar el trance sin errores para pasar semifinales. Ahora, qué pase el siguiente.