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El Celta lo apuesta todo a la Europa League

Berizzo reserva toda su artillería para el Genk y cede con la segunda unidad ante el Eibar una derrota que complica la Liga

Pione Sisto salva la entrada del armero Pedro León durante un lance del choque entre el Celta y el Eibar disputado en la tarde de ayer en Balaídos. // Alba Villar

El Celta se estanca en la Liga con una derrota, la segunda en cuatro días, ante el eficiente Eibar de José Luis Mendilibar que refleja de modo fiel la abismal distancia entre la primera y segunda unidad del grupo que dirige Eduardo Berizzo. El técnico céltico lo apuesta todo a la carta de la UEFA y ha preferido reservar toda su artillería para el duelo europeo del próximo jueves ante el Genk en perjuicio de la competición doméstica, donde la posibilidad de volver a clasificarse para jugar el próximo curso en el continente se complica sobremanera.

El Toto inició el partido con apenas tres titulares de campo (Roncaglia, Pablo Hernández y Sisto) y una legión de futbolistas menos habituales que ayer no estuvieron a la altura del desafío. Faltó agresividad en la presión, coherencia y complicidad en el juego, especialmente en un primer tiempo nefasto que el disciplinado conjunto de guipuzcoano llevó por completo a su terreno.

El Eibar encontrón un filón en el fútbol directo y explotó con eficiencia la descoordinación defensiva de los de Berizzo, desconectados entre líneas y nada intensos en la pelea. Los azulgranas impusieron su mayor envergadura y mejor condición física pero se mostraron también como un equipo muy ordenado y eficaz para aprovechar el peligro generado frente al portal de Sergio. Apenas Jozabed, un cromo distinto al resto con un sexto sentido para leer el juego al primer toque, y Roncaglia, que brilló en defensa y colaboró en ataque, mantuvieron el tipo hasta que los cambios, sobre todo con la entrada de Radoja y Aspas metieron al Celta en el partido. Demasiado tarde.

un golpe tempranero

El Celta no entró en el encuentro con la atención necesaria, no así el Eibar, que aprovechó su mayor envergadura para dominar el juego aéreo y encontró en el fútbol directo el medio para hacer daño a los celestes, que regalaron el primer gol en un monstruoso error defensivo que dejó en evidencia a los dos centrales. Tres toques desde la zaga bastaron a los armeros para batir a Sergio. La jugada brotó de Ramis. El central izquierdo azulgrana puso un servicio profundo hacia la media luna que Sergi Enrich, deficientemente marcado por Fontás, dejó muerto en medio de un boquete que Kike García aprovechó para descerrajar un tiro raso y ajustado que Sergio solo pudo tocar ligeramente con el brazo antes de que el balón perforase su portería.

el celta demediado

El tempranero tanto del Eibar agravó los problemas del Celta, que se partió en dos mitades (los cuatro defensas y Pablo Hernández en campo propio y Pape y los cuatro de ataque en el contrario) dejando el gobierno del partido en manos del adversario, que rozó el segundo en un disparo ligeramente desviado de Pedro León y obligó a Sergio a atrapar en dos tiempos otro potente tiro del brasileño Bebé.

La primera aproximación del Celta a la portería de Yoel, que ayer jugaba su primer partido como titular en Balaídos tras dejar el Celta, fue un manso disparo de Carles Planas que el canterano atrapó fácilmente (minuto 22); el segundo, un tiro bastante más intencionado de Jozabed al filo del descanso bien resuelto también por el guardameta de Castrelos.

otro gol psicológico

El Celta inició el segundo tiempo como acabó el primero: con un disparo de Jozabed desde la frontal desbaratado por Yoel. Un aviso que no impidió al Eibar incrementar su ventaja prácticamente en su primera aproximación a la portería de Sergio tras descanso. Una jugada muy simple, a la par que certera que el conjunto de José Luis Mendilibar resolvió con precisión de cirujano: tres pases para ganar el lateral del área y asistencia de Sergi Enrich a Pedro León en la media luna que el madrileño aprovecha para batir al guardameta celeste con un disparo raso y ajustado al palo.

despertar tardío

El segundo gol del Eibar despertó al Celta, que raseó el balón y e intentó llegar a los dominios de Yoel hilvanando jugada. Antes de que Berizzo cambiase el decorado dando entrada a Radoja y a Aspas -Beauvue ya había entrado en el primer tiempo por lesión de Rossi-, Jozabed sacó astillas al travesaño con un impresionante trallazo. La entrada de Radoja por Pablo Hernández y posteriormente de Aspas por el inane Señé reactivó al ataque céltico bajo la dirección del sevillano, quien dictó un curso de juego al primer toque que obligó al Eibar arremolinarse en torno a Yoel. Aspas, con otro disparo repelido por el travesaño en un libre directo, y Beauvue. que dilapidó un mano a mano con el portero armero tras recibir una perfecta asistencia de Jozabed, buscaron una reacción que no acabó de cuajar.

Lesión de rossi

La pobre imagen por la denominada segunda unidad no fue sin embargo la mayor decepción de un partido que deja como principal secuela la lesión de Rossi, que puede haberse roto la rodilla izquierda. Pésima suerte la del italiano, que puede haber sufrido -las pruebas médicas determinarán hoy el alcance del problema- la cuarta lesión de rodilla grave de su carrera.

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