La contundencia de Gustavo Cabral, que aprovechó un grave error de Diego Alves para inaugurar el marcador, y la pillería de Aspas, que se sacó de la manga un penalti cuando peor pintaban las cosas, no bastaron al Celta para puntuar anoche en Mestalla. Retrocede el conjunto de Berizzo en la pelea europea con una derrota clara en un partido de alternativas que los celestes dominaron con la pelota en el primer tiempo y perdieron tras el intervalo con un completo naufragio en el medio campo, donde Parejo, Enzo Pérez y el eléctrico Carlos Soler impusieron su ley frente al trío de centrocampistas célticos (Radoja, Pablo Hernández y Wass), que acusaron el desgaste de la temporada.

Pesaron demasiado las piernas y faltó claridad y frescura de ideas como para superar los desafíos que le planteó un partido frente a un Valencia más motivado, que se repuso mejor de los golpes y explotó las debilidades que el Celta le mostró con el paso de los minutos. La derrota encajada en Mestalla complica las aspiraciones europeas del grupo de Berizzo, que se queda a ocho puntos de la séptima plaza con nueve partidos -incluido el aplazado ante el Real Madrid- por disputarse.

Sobrevivió el conjunto celeste a la salida en tromba del Valencia. Acaso porque en Mestalla escuece aún la humillación copera de enero pasado, el conjunto de Voro entró en el choque muy enchufado y llevó al Celta a empellones hacia el portal de Sergio. Hasta cinco córners (cuatro en los primeros cuatro minutos) dispuso el equipo blanquinegro en un intenso bombardeo contra la portería celeste que generó más inquietud que verdadero peligro, pues solo en una ocasión, que Wass y Pablo Hernández conjuraron con un doble despeje en el área chica, el Valencia se aproximó al gol.

Hasta el minuto 10 de partido, el Celta solo apareció a la contra. Una pérdida de pelota permitió a los de Berizzo correr hacia el portal de Bruno Alves, pero Aspas precisó mal el último pase y Beauvue acabó estrellando el remate contra el lateral de la red, a la derecha del guardameta valencianista.

El error de Aspas lo enmendó enseguida Cabral, que frenó en seco el ímpetu con que los de Voro habían entrado en el partido anotando su segundo gol del curso a balón parado. El argentino aprovechó un error en la salida de Diego Alves para rematar al fondo de la red un centro de falta bombeado por Wass. Un golpe algo afortunado que el equipo vigués aprovechó para hacerse con el mando del partido.

El resto del primer tiempo fue de claro color celeste, que acaparó la pelota y cortejó el segundo gol en otra contra llevada por Aspas que el artillero céltico culminó con un manso disparo que Alves atrapó sin dificultad. No mucho después fue Beauvue el que buscó con veneno el portal blanquinegro con zapatazo que se perdió por la línea de fondo. Los celestes inclinaban el campo a su favor pero el Valencia no se rendía. El italiano Zaza, muy activo en el primer tiempo, ponía a prueba a Sergio, que evitaba el gol con el pie en impresionante estirada.

Fue el preludio del empate, una pequeña maravilla que Zaza inició con taconazo hacia Cancelo para que éste, un cuchillo por la banda izquierda, asistiese a Parejo en boca de gol. Un gran tanto que metió al Valencia en el partido. Zaza, con un remate alto, y Aspas, con un disparo desde la frontal tras un movimiento inverosímil, volvieron a intentarlo antes del descanso.

Las buenas sensaciones que el Celta ofreció en el primer periodo es esfumaron tras la reanudación debido al desplome que el equipo celeste sufrió en medio campo. El Valencia le arrebató la pelota y sin su principal sustento el Celta acusó el fatiga física y mental. Pablo Hernández se perdió, Wass desapareció del mapa y apenas Radoja mantuvo el tipo contra un adversario lleno de fe que poco a poco fue imponiéndose en todas las zonas del campo. Apenas rompió Beauvue el dominio con un intencionado tiro de rosca que no encontró puerta.

Berizzo intentó refrescar el medio campo dando entrada a Jozabed. Pero la entrada de sevillano por Wass no mejoró al Celta. Sí lo hizo Voro con la entrada de Lato por Siqueira, que resultó providencial. El lateral valencianista sirvió a Munir el segundo gol en el cogollo del área, tras recoger un balón prolongado por Parejo y dejar en precario a Sergio. El Valencia sacaba partido de su ambición ante el desconcierto de un Celta cada vez más perdido. El Gato evitó el tercero al repeler un poderoso trallazo de Cancelo que pegó luego en el poste.

Claro que Berizzo cuenta con Aspas, un tipo capaz de sacarse un conejo de la chistera cuando menos se le espera. Los errores del moañés para resolver el contragolpe se vieron compensados con un penalti riguroso penalti de Carlos Soler que el moañés forzó con picardía y transformó con seguridad, como mandan los cánones, con un disparo potente y ajustado al palo que hizo inútil la estirada de Alves

El empate que debería haber metido al Celta en el partido. Lejos de ello, impulsó al Valencia, que aprovechó la enorme autopista que los celestes le dejaron en el medio del terreno para sentenciar el choque con una gran jugada de Carlos Soler. El canterano aprovechó una pérdida de balón, condujo sin oposición hasta la frontal y elevó sutilmente el balón sobre la salida del portero para certificar una victoria que complica el futuro europeo del Celta.