El Celta continúa su marcha hacia un final de temporada histórico. Ni el paréntesis liguero le impide mantener las buenas sensaciones que dejó tras su triunfo en Riazor. Ayer, la víctima de los de Berizzo fue una UD Las Palmas que se puso a jugar cuando ya llevaba tres goles en contra, los que firmó Giuseppe Rossi en su actuación más redonda con la camiseta celeste. El triunfo de ayer lleva a los célticos hasta los 41 puntos, a seis de la deseada séptima plaza que garantiza mantenerse una temporada más en Europa. En otra etapa estresante de la temporada, al cuadro vigués le espera el jueves el Valencia de Orellana y de Mina en Mestalla, donde goleó el pasado enero en la eliminatoria de Copa. Y el domingo, el fútbol volverá a Balaídos con la visita del Eibar, otro rival directo por los puestos europeos.
cuatro novedades
Berizzo refrescó el once, con Jozabed y Rossi como principales novedades. Las lesiones de Mallo, Guidetti y Marcelo, más el cansancio acumulado por Hernández con su selección, llevó al técnico del Celta a introducir cuatro cambios con respecto al equipo que ganó el derbi en Riazor. Funcionó el bloque. Ni el paréntesis de dos semanas en la competición afecta a un equipo que camina seguro hacia el doble objetivo de hacer historia en Europa y de conquistar la séptima plaza en la Liga.
Vuelve el "bambino" rossi
Rossi se reencontró de nuevo con el gol. Desde el tanto ante el Espanyol en Cornellá no anotaba el italiano en Liga. Su irrupción como goleador se produce cuando desde su país llegan noticias del interés del Lazio y el Génova para la próxima temporada. Lo publicaba la Gazzetta delo Sport, señalando que Rossi se convertiría en agente libre a partir del próximo junio. No parece entrar en los planes del Celta para el curso que viene. Ayer, Rossi recuperó el acierto que le llevó al estrellato en el Villarreal. De hecho, es la primera vez que consigue un triplete y no anotaba un doblete desde 2011, precisamente con el equipo castellonense. Volvió el "bambino" Rossi para superar a un rival incómodo y que podía sumarse a la pelea por los puestos europeos.
dominio en la medular
El Celta desactivó al talentoso equipo de Quique Setién escondiéndole el balón y ahogándole en el inicio de las jugadas y en centro del campo, donde un excelente Radoja, acompañado esta vez por Wass, y con Jozabed por delante, superó a un centro del campo canario con mucho talento: Jonathan Viera, Roque Mesa y Vicente Gómez.
la génesis del triunfo
La fórmula de juntar a Jozabed y a Rossi, que no le funcionó a Berizzo ante el Villarreal, ayer sí le dio buenos réditos, porque ambos supieron jugar con inteligencia ante una defensa muy adelantada, que quedaba vencida ante los pases filtrados y a la espalda de los defensas o los robos con la primera línea de presión. Así encontró Rossi la portería rival: primero interceptando un mal pase de Bigas y cerró la cuenta tras una gran asistencia de Jozabed.- En el segundo tanto, el italiano supo situarse donde Lizoain despejó el balón rematado por un Aspas que no marcó pero que dejó detallas de su talento y el gran momento que atraviesa el moañés, que ayer partió desde la banda derecha.
dos caras
Además de contar ayer con el acierto de Rossi, el conjunto celeste se mostró seguro y solvente en la retaguardia, donde Fontás aburrió al ghanés Boateng, Roncaglia -sustituto del lesionado Mallo- desquició al exmadridista Jesé Rodríguez y Jonny anuló a Tana. Cabral ejercía de jefe y director de orquesta. La máquina defensiva celeste funcionó, salvo en el gol anulado a David Simón y el susto del tiro al larguero de Vicente Gómez, hasta que el 3-0 relajó los ánimos y el balón pasó a los pies de la UD Las Palmas, que acortó distancias en una jugada a balón parado y con un remate de Bigas dentro del área de Sergio. El Celta mostró dos caras cuando todo estaba a su favor para cerrar una gran victoria sin tantos agobios, pero al equipo de Berizzo le gustan las situaciones complicadas.
rival sin oficio
Al equipo de Setién no le dio tiempo esta vez para voltear el resultado, como en la primera vuelta. Entonces, el Celta se fue al descanso con un 0-3 a favor pero permitió que el rival igualase el partido y sumase un punto. Ayer se quedó la victoria en casa porque el Celta dominó de inicio, encontró un Rossi inspirado y supo contener a un rival que maneja como nadie el fútbol de salón pero que carece de oficio para cambiar de registro cuando lo exige el juego. Y en eso sí estuvo acertado el Celta, que cedió la iniciativa cuando ya daba por ganado el encuentro y sufrió cuando bajó la tensión con el carrusel de los cambios.
