Eduardo Berizzo se mostró muy generoso con la plantilla durante este fin de semana sin competición. El técnico argentino le concedió cuatro días de descanso a los jugadores, que mañana tendrán que volver a Vigo para reanudar la actividad en A Madroa a partir de las 10.30 horas. La mayoría de los jugadores han aprovechado este largo descanso para disfrutar con familiares y amigos.

El portero Sergio Álvarez, por ejemplo, expresaba la semana pasada en los micrófonos de la Cope que había planeado un viaje por Galicia para disfrutar de los cuatro días de descanso que les concedió Berizzo. El catoirense se decantó por un desplazamiento corto, que no exigiese subirse a un avión, pues creía obligado descansar del trajín aéreo que han supuestos los últimos meses para el Celta, incluyendo trayectos de larga distancia como los realizados a Ucrania y a Rusia, con motivo de los enfrentamientos ante el Shakhtar Donestsk y el Krasnodar, respectivamente.

El presidente del Celta ha aprovechado el paréntesis de Liga para viajar a México, donde reside su familia. Allí, Carlos Mouriño acudió a la ciudad deportiva del Celta de Campeche, donde se fotografió con uno de los equipos femeninos de fútbol.

El centrocampista Pape Cheikh, de origen senegalés, publicó ayer una fotografía en las redes sociales desde Asturias, en la que añadió el mensaje: "Disfrutando con la familia".

Más alejados han sido los destinos de Sergi Gómez y de Giuseppe Rossi en estas jornadas de descanso. El defensa realizó una visita a su familia en Cataluña y aprovechó también para sumarse a una excursión con unos amigos por el alto de la Creu de Canet, situada en Canet de Mar. El italiano regresó a Florencia, ciudad donde residía antes de instalarse en Vigo.