No hay billetes. Las entradas para el partido ante el Genk . El celtismo ha respondido. No quiere perderse una cita histórica, una oportunidad única para romper el techo histórico de los cuartos de final en una competición europea. Desde que se pusieron a la venta, apenas quedaban 700 localidades para la grada de Gol, un papel que acabó por venderse durante este mismo lunes.

Ya la semana pasada, la afición comenzó a movilizarse por las redes sociales. Muchos abonados ofertaron su carnet de socio para que otros celtistas acudieran al templo del celtismo con entradas a un precio del 50%, promoción con la que el club que preside Carlos Mouriño quería agradecer la fidelidad de su masa social. Ahora muchos hinchas aprovechan también sus perfiles en Twitter o Facebook para proponer iniciativas como la apertura de la grada de Fondo para que Balaídos presente el mejor ambiente posible.

Se espera una gran entrada para un encuentro histórico. El Celta vuelve a los cuartos de final de una competición europeo 16 años después. El objetivo está claro. Romper el límite y demostrar que el equipo de Berizzo no tiene techo. La afición busca llegar al terrotorio de lo desconocido, quiere mantener intacto el sueño de conquistar el Viejo Continente, un anhelo que puede estar más cerca a las 23:00 horas del Jueves Santo.