Nombre previsible para un estadio único. El Krasnodar Stadium es una de las grandes plazas que ha visitado el nuevo EuroCelta (sigue el partido en directo aquí). Cuenta con sólo cinco meses de vida -se inauguró en octubre de 2015- y tiene una capacidad para 35.000 espectadores. Uno de sus grandes encantos es su enorme videomarcador de 360 grados, ubicado junto a uno de los córners del coliseo que aprovecha la pared que queda libre en el segundo graderío de uno de los estadios más modernos que hay en esta edición de la Europa League.

El dueño de los "toros", Sergey Galitsky, invirtió 200 millones de euros en construir un estadio ultramoderno. Los amantes de los templos del fútbol tienen una parada obligatoria en el coliseo del Krasnodar, un proyecto arquitectónico con un estilo clásico en el exterior con similitudes al Olímpico de Berlín con un interior en el que predomina lo vanguardista y lo tecnológico.

La expedición celeste ya colgó ayer en sus redes sociales imágenes en el interior del Krasnodar Stadium. Sus gradas guardan cierto paralelismo con las de la Premier League, de forma vertical, que permite a los aficionados estar a centímetros del terreno de juego. A pesar de ser un estadio recién estrenado, la federación rusa excluyó al feudo del Krasnodar como una de las sedes de la Copa del Mundo que se celebrará en 2018.