La resonancia magnética practicada a Marcelo Díaz ha confirmado los peores pronósticos en torno a la lesión de rodilla sufrida por el internacional chileno, que deberá permanecer alejado entre cuatro y cinco semanas de los terrenos de juego por culpa de la brutal patada que Roberto Soldado le propinó el pasado domingo durante el partido de Liga disputado entre el Celta y el Villarreal.

Díaz causará baja en el duelo europeo de mañana frente al Krasnodar ruso, se perderá el clásico gallego de este domingo en Riazor y tampoco podrá viajar con Chile para participar en las próximas eliminatorias de clasificación para el Mundial de Rusia. En el mejor de los casos, el medio centro chileno podría estar disponible para el compromiso frente al Eibar en Balaídos del próximo 9 abril después del parón liguero.

La ausencia de Díaz supone un severo contratiempo para Eduardo Berizzo, que pierde a uno de sus hombres más en forma para el decisivo compromiso europeo de mañana ante el Krasnodar ruso, un duelo en el que el Celta se juega nada menos que el pase a los cuartos de final de la UEFA Europa League, su techo histórico en competición continental.

La buena noticia es que el técnico céltico podrá disponer muy probablemente del también chileno Pablo Hernández, el Tucu, ya restablecido de la lesión muscular en el gemelo que lo ha mantenido fuera del equipo en los últimos cuatro partidos que ha disputado el equipo.

El Tucu lleva dos días entrenándose de forma progresiva con el grupo y ha sido incluido por Eduardo Berizzo en la expedición celeste que se desplazará a primera hora de la mañana a Krasnodar, lo que significa que el técnico lo ve en condiciones de jugar.

Hernández será una de las novedades en un once celeste que presentará bastantes cambios con respecto al que perdió el domingo frente al Villarreal. Guidetti, Aspas y seguramente Sisto regresarán al frente de ataque; Radoja, el propio Hernández y Wass formarán en medio campo y en defensa es seguro el regreso de Cabral, al que podrían acompañar en el eje de la línea Roncaglia o Fontás, mientras que Mallo y Jonny ocuparán previsiblemente los flancos.