El Celta toma fuerzas para reponerse de la goleada sufrida el sábado en el Camp Nou e iniciar con la mente despejada una semana trascendental para el grupo de Eduardo Berizzo, que el próximo jueves tratará de encauzar en Balaídos ante el Krasnodar su clasificación para los cuartos de final de la UEFA Europa League (UEL), su techo histórico en competición europea.
Será la quinta ocasión en su historia que el cuadro celeste busque el pase para la antepenúltima ronda de un torneo continental, que ya logró en tres ocasiones, de forma consecutiva, en las campañas 1998-99, 2000-01 y 2001-02 en la extinta Copa del la UEFA, con Víctor Fernández al frente del banquillo. El Liverpool, la Juventus y el Stuttgart fueron las víctimas en octavos de los de los celestes, que fueron luego eliminados en cuartos de final por el Olympique de Marsella, el Lens y el FC Barcelona, respectivamente.
El Celta ha disputado en otras dos ocasiones los octavos de un torneo europeo, en la Liga de Campeones, donde cayó a manos del mejor Arsenal de la pasada década, y en la UEL ante el Werder Bremen, hace justamente una década con Fernando Vázquez. En ambas temporadas, el equipo vigués tuvo muchos problemas para compaginar Europa con la Liga y acabó el curso descendiendo de categoría.
Nada de eso le ocurre al actual Celta, que afronta el choque ante los rusos del Krasnodar cómodamente posicionado en la Liga, donde marcha provisionalmente décimo, con un partido menos, a cuatro puntos de la séptima plaza -que podría darle nuevo el pasaporte europeo si el Barcelona gana la Copa del Rey al Alavés- y un mullido colchón de 16 puntos sobre los puestos de descenso. Los celestes confían en hacer historia en Europa y resarcirse, de este modo, del duro golpe que supuso su eliminación a manos del Alavés en la semifinales de la Copa del Rey, donde el equipo tenía depositadas también este curso muy altas expectativas.
A 72 horas del choque ante los rusos del Krasnodar, la prioridad del vestuario céltico es rearmarse moralmente de la goleada sufrida el sábado en el Camp Nou. Berizzo dio ayer descanso a sus hombres y espera que se reincorporen hoy a los entrenamientos en A Madroa con las baterías recargadas. Los mensajes de ánimo llegaron ayer mismo desde la propia plantilla. "Lo importante no es caer, sino levantarse", subrayó ayer el canterano Jonny Castro en su cuenta de Instagram en un claro mensaje de ánimo al celtismo.
El zaguero insistía, de este modo, en el llamamiento realizado la víspera por Eduardo Berizzo, en la sala mixta del Campo Nou. "Esta derrota no nos tiene que descentrar. ¡A pensar en el Krasnodar", sentenció el técnico celeste.
Otros pesos pesados del plantel, como John Guidetti apostaron también por pasar página sobre la derrota liguera para concentrar todas sus fuerzas en el duelo europeo contra los rusos. "Esperamos estar fuertes para el jueves. Es muy importante hacer un buen primer partido", dijo el internacional sueco antes de regresar a Vigo.
La trayectoria del equipo, que ha superado como segundo una complicada fase de grupos con rivales de primer nivel europeo como el Ajax, el Standard de Lieja y el Panathinaikos y ha apeado del torneo al temible Shakhtar Donestk, campeón de la UEFA en 2009 y uno de los favoritos a llegar a la final, invita al optimismo, especialmente si se considera que la buena capacidad de respuesta que el Celta ha tenido esta temporada tras sufrir un varapalo.
El último ejemplo de ello es, pese a la derrota, el sobrio partido firmado por los de Berizzo en un campo tan complicado como el Vicente Calderón después de ser eliminados de la semifinales de Copa del Rey o la respuesta que el conjunto celeste fue capaz de ofrecer en Járkov ante el Shakhtar en la anterior ronda de la UEL después de caer en el asalto inicial de Balaídos.
Al margen del estado anímico del plantel, el preparador celeste tendrá que evaluar y gestionar el cansancio de sus hombres, que encadena 17 encuentros casi sin descanso- 9 de ellos entre semana- desde el inicio de 2017. Recién concluida la pretemporada de invierno, su rival europeo suma apenas cuatro, los dos de la anterior eliminatoria europea ante el Ferenbahce, uno de Copa rusa, donde cayeron eliminados en la tanda de penaltis por el Ural, y el que empataron ayer en la Liga contra el Spartak de Moscú, líder del torneo.
