En una isla desierta vivían once personas. Gobernaba desde hacía tiempo un líder elegido y mantenido por sufragio universal. Las cinco personas más trabajadoras y responsables de la isla le consideraban un dictador. Pero los otros cinco, que eran bastante vagos, vividores y vagabundos, le votaban siempre. Así, el resultado de las elecciones siempre era de 6 votos a favor del líder frente a 5 en contra. Y el líder dictaba leyes por las que la mitad de lo que producían los trabajadores, a los que llamaba "la oposición anti-revolucionaria", se les daba al pueblo llano, que agradecido, seguía votando al líder, el cual les animaba vehementemente a votar para no perder los logros sociales que él les había conseguido.

Esta fábula, "Dictadura basada en la Democracia", que se podría titular también "La paradoja de los once", se la dedico a una parte del sufrido pueblo venezolano.