El 17 de abril hace un año que falleció don Ricardo García Fernández en la residencia Paz y Bien de Tui a la edad de 88 años. El mismo día 17, martes, a las 18.00 horas, en la capilla de San Julián (Monte Aloia) se celebra una misa por su eterno descanso, como recuerdo de su devoción al santo que da nombre al monte y a la Virgen de las Angustias, festejada el primer domingo de julio.

Por otra parte, el sábado 21 de abril, a las 10.45, en la iglesia de San Francisco de Tui tendrá lugar el solemne funeral de cabo de año.

Don Ricardo fue párroco de Tui desde 1962 a 2004 y canónigo de la catedral, a la que prestó esmerada dedicación hasta poco antes de su muerte.

Había nacido el 31 de enero de 1929 en la calle tudense de San Telmo. Profesaba una gran veneración al patrono de Tui, siguiendo las huellas imborrables del siempre recordado don Basilio.

En el pregón que pronunció en las fiestas de San Telmo de 2007 dijo: "Me voy a fijar en dos aspectos de la vida de San Telmo: uno, que siempre me ha apasionado y entusiasmado, es la imponente figura de este hombre y la universalidad de su culto; es un hecho verdaderamente extraordinario y sorprendente la popularidad que en el transcurso de los tiempos obtuvo San Telmo en muchísimos lugares lejos de Galicia. Y, junto a esto, la sorprendente rapidez con que se extendió su fama de santidad y su culto".

Hay que destacar también los numerosos años que ejerció como prior de la cofradía del santo patrono de Tui y de la diócesis de Tui-Vigo, estableciendo y fortaleciendo los vínculos fraternos con los diversos lugares peninsulares y de ultramar donde se honra al glorioso patrono de los marineros y navegantes.

Don Agustín Sobral Rodríguez, canónigo maestro de capilla, sucedió en 2004 a don Ricardo como párroco de Tui. Coincidiendo con él en el almuerzo del 26 de marzo último en la residencia Paz y Bien me contó que siendo monaguillo en la parroquia de Santiago de Vigo, antes de su ingreso en el seminario de Tui, un día le preguntó al organista, señor Escudero, que residía en el asilo de Santa Marta (paseo de Alfonso), quién lo despertaba para levantarse. El buen músico, con toda sencillez, le respondió: "Le rezo a las Benditas Ánimas".

La intercesión de los santos del cielo y de las almas del Purgatorio es muy eficaz. Nosotros que formamos la Iglesia peregrina encomendamos a las almas que se purifican, y ellas nos socorren en nuestras necesidades corporales y espirituales. Se puede decir con un autor moderno de espiritualidad que "son oraciones de ida y vuelta".

A los que habéis conocido y tratado a don Ricardo, sirva esta nota necrológica como invitación a participar en las misas que se ofrecen por su alma al cumplirse el año de su muerte.