Se nos advierte una y otra vez que el sistema público de pensiones no será sostenible dentro de unos años a causa de la inversión de la pirámide demográfica. Cada vez habrá más jubilados que vivirán más tiempo y, debido a la baja natalidad, menos jóvenes.

Parece que nadie pone en duda la existencia de este "problema estructural" pero, en mi opinión, se trata de una falacia que, de tanto ser repetida, acaba siendo aceptada por todos. O sea, una posverdad.

Lo que pone en aprietos al sistema de pensiones es que no hay suficientes cotizantes y/o que las cotizaciones son bajas debido a los bajos salarios. De nada servirá que aumente la natalidad si los que nacen, cuando alcancen la edad de trabajar no encuentran un empleo y, por tanto, no cotizan. El problema está en la falta de puestos de trabajo no en la falta de mano de obra.

Si el problema fuese demográfico tendría fácil solución: hay mucha gente al otro lado de las vallas de Ceuta y Melilla o en algunos países de América, por ejemplo, dispuestos a venir a España a trabajar y a cotizar a la seguridad social.