En mi opinión la solución a corto plazo para una gobernabilidad medio sensata en Cataluña es que Puigdemont siga en Bélgica o bien entre y permanezca una buena temporada en la cárcel, y que el Parlament haga a Junqueras presidente en libertad provisional con el apoyo del PSC de una manera u otra.

Si eso se lograse y además se ilegalizase la CUP (méritos no les faltan), la solución podría ser más estable y duradera (aunque Junqueras acabe inhabilitado sería sencillo sustituirle) y tal vez con el tiempo podría llegar a reinar de nuevo el seny y recomponerse la concordia entre catalanes y entre Cataluña y el resto de España.

Puigdemont está acabado en cualquier caso. Su futuro es solo judicial, porque aunque se quede en Bélgica, se le puede juzgar en rebeldía, condenarlo, inhabilitarlo y cursar una orden de detención contra él a la Interpol.