Hoy he ido al veterinario con mi perra para una revisión y me he encontrado con una chica desesperada. Su perro llevaba horas ingresado por haber ingerido raticida. La ingesta se produjo en un parque cercano al barrio donde vivimos. Había trozos de embutido en el suelo y su perro se comió uno. Minutos más tarde empezaron los vómitos, los llantos y los cólicos. Es poco probable que su perro sobreviva. El embutido estaba envenenado por una persona, conscientemente, y puesto, también a consciencia, en un parque frecuentado por perros.

No me cabe en la cabeza cómo alguien es capaz de planear un envenenamiento para hacer sufrir a propósito a un animal. He tenido suerte que mi perra no comió ninguno de esos trozos, pero le mando ánimo a la chica y espero que el suyo se recupere pronto. Y al vecino que lo hizo, espero que no pueda volver a dormir tranquilo nunca más.