Desalojado por el fuego en el núcleo urbano de Cangas. El día anterior al desastre de los fuegos que asolaron Galicia, fui desalojado por primera vez a mis 74 años de mi domicilio por los humos producidos debajo de las ventanas de mi apartamento. Apartamento en un edificio de cuatro alturas, lindando con cuatro o cinco pequeñas fincas de viviendas unifamiliares. En una de esas fincas realizaron hogueras, creo que con la intención de hacer asados, tan numerosos, cuyos humos al tener el apartamento chimeneas de ventilación en baños y cocinas, inundaron rápidamente el apartamento de humos, obligándome a marchar del mismo. Por razones de buena vecindad me recomendaron no llamar al 112.

Por lo tanto si hay que luchar contra el fuego, por sus daños, y entre ellos la contaminación, que tantas enfermedades produce, debemos de aplicar esa lucha de la A a la Z. Desde esos pequeños fuegos que inundan de humos la villa, los días de anticiclón, con graves problemas de salud de los vecinos, hasta esos enormes que por intereses bastardos tanto daño hicieron. La sensibilización de los vecinos a todos los fuegos es fundamental.