Y tú, ¿de qué bando eres? ¿Quieres decir si soy de izquierdas? Hoy la izquierda está de capa caída, el ejemplo lo tenemos en Holanda, Noruega, Francia, Bélgica y Alemania, sin olvidarnos de España. El socialismo está desapareciendo, pues ha perdido el tren del tiempo.

En el descubrimiento de la realidad, nos damos cuenta de que esta ya no se basa en lo que dice la derecha o izquierda. La realidad está basada en hechos y no se deja aplicar etiquetas ideológicas, pues esto puede llevar a un sentimiento de desapego.

En el malestar que se vive en Cataluña veíamos una negación, hoy vemos un miedo que se convierte en silencio, por el fanatismo de los políticos y sus seguidores. El viento se llevará esta tormenta política, se dice. Pero las etiquetas se quedarán en personas sencillas de determinados barrios, como los Romero de Andalucía o los Sánchez de Extremadura, que no hablan catalán y no les interesa ser catalanes, pues se sienten españoles. Pero estarán en el punto de mira de un cordón sanitario y si esto no hace efecto, les colgarán la etiqueta fascista.

Podemos ser de izquierdas, derechas, nacionalistas, multiculturales, conservadores o progresivos, pero todos nos necesitamos mutuamente. La conclusión es que se ha originado una distribución de clases entre gentes que se benefician de la globalización y otras que sienten haberse quedado atrás, pues no pueden seguir el ritmo de la modernización. Quejándose de que no se encuentran a gusto en su propia casa.

Aquí vemos el abono para el populismo catalán, que también es muy necesario para esa política de separatismo. La izquierda se quiere aprovechar de la tormenta catalana, olvidándose de la mayoría de los españoles que componen la nación España, esta es la realidad.