Presidente Sr. Rajoy, ha recogido el guante, que dice mucho a su favor, anticipándose a los sectarios y, por lo mismo, rebeldes sin causa y a rebosar.

Su declaración tendente a invitar al "Govern" a retomar, volviendo a la legalidad le hace valiente y merecedor de una estima sin igual, pues es lo mejor que nos brinda al momento, siendo una aspiración multitudinaria del pueblo español.

Reconozco que la balanza está de su lado y su opción es la más sensata, democrática, verdadera, valedera, viniendo de los populares; en suma: la más deseada. Que los independentistas debieran acatar.

Si la vuelta atrás no es posible por la cerrazón de los que dijimos, asistiremos a pasos agigantados a la sinrazón, falta de discurso y comunicación.

Don Mariano, no se preocupe usted por pasar el Rubicón (los que no lo entiendan, busquen en el diccionario de la RAE) lo que hace con su autoridad, y otros que le acompañan en su misma barcaza.

Actualmente, lo que toca es frenar, con métodos pacíficos pero contundentes, la marea apátrida de tristes atrevimientos que solo beneficia a los ahora totalitarios. Que con su intransigencia han saltado los resortes de una convivencia, probable y posible con otras actitudes. El Estado español y, por ende, sus gobernantes harán todo cuanto esté a su alcance tomando todas las medidas oportunas para frenar esta locura.

Los catalanistas pasan página y se cargan la Constitución, muchos alcaldes que se niegan a acatar las directrices del Sr. Puigdemont, los funcionarios, los empresarios, los militares, el Parlamento Europeo, la Policía Nacional, la Guardia Civil, los Mossos, los vecinos Francia y Andorra, la Comunidad aragonesa, la valenciana, las sociedades estatales, la banca, los partidos políticos, los sindicatos, deportes... etc, etc.

"Quitaos de en medio por favor y dejar apacentar a mis animales".