Nadie duda que la libertad de información y expresión son una parte esencial de nuestra democracia puesta en duda por parte de muchos con bastante ligereza y asiduidad. También hay quienes sueñan con convertirse algún día en liberticidas por el hecho de que no les gusta lo que de forma verídica se escribe sobre su acción de gobierno o pensamiento. Gente a la que le gustaría poder imponer un modelo de información público, único y controlado.

El pasado martes un diario daba a conocer la noticia de como todos los coruñeses vamos a perder un espacio público, la antigua cárcel provincial, al haber otorgado el gobierno de la Marea Atlántica a la plataforma Proxecto Cárcere el uso y disfrute de este emblemático edificio. Plataforma ganadora del concurso público, opaco y teledirigido de principio a fin, que está auspiciada y promocionada por concejales, cargos orgánicos, militantes, candidatos, asesores de gobierno y firmantes del manifiesto fundacional de la Marea Atlántica, así como por diversos colectivos a los que el gobierno de la Marea adjudicó contratos a dedo.

Hubo a quien parece haberle incomodado bastante la información proporcionada a todos los ciudadanos y decidió, con la misma libertad que parece querer coartar a otros, dar rienda suelta a su inconformismo colgando un tuit que tilda de "violencia" la información publicada de forma libre y veraz. "Se os medios optan pola violencia, os letrados terán que facer xornalismo: os nosos xa están traballando". Este tuit lo escribe el jefe de gabinete del alcalde, que parece querer jugar también a ser abogado, amenazando con emprender acciones legales porque no es capaz de aceptar que se desvele públicamente como gestiona el gobierno local en beneficio de los intereses de unos pocos amigos.