Hace años en ruta hacia un lugar determinado utilizábamos el mapa de carreteras, hoy utilizamos el navegador, donde una voz femenina nos guía casi siempre sin problemas. Los políticos catalanes utilizan unas hojas de ruta que se ajustan a sus caprichos, saltándose las señales legales.

Siempre creímos que su meta final sería el famoso "referéndum" del 1-O pero ya no le dan valor. Según ellos, si no llegan a tiempo por las emboscadas que le tiende Mariano Rajoy, proclamarán la independencia y seguirán con la otra hoja de ruta la "Ley de Transitoriedad". Para terminar con la creación de una constitución catalana, rechazando la española.

Si no se les permite hacer el referendum se irán de casa independizándose como los jóvenes, pero volverán con las maletas vacías para llevarse sus pertenencias, más otras de gran valor que no les pertenece. Ahora dicen ser catalanes pero también españoles, para salvaguardar sus derechos. Nos damos cuenta que son más listos que los ingleses, pues quieren negociar su Exit a través de sus hojas de ruta.

Y ¿qué pasará con el FC Barcelona? Por la doble nacionalidad, podrán seguir jugando en la liga española, para no perder los derechos de las retransmisiones, pero en las competiciones europeas representarán a Cataluña ¿seguirán participando en la Copa del Rey? Por supuesto, pero tratarán de cambiar el nombre, pues en la vida todo cambia.

Desde el balcón de la Generalitat escucharemos y veremos a Artur Mas, como el responsable de las hojas de ruta, saludando a sus seguidores como el nuevo presidente de la República Catalana. Estos violadores de la democracia y constitución tendrían que ser juzgados como rebeldes, por provocamiento de un motín o sublevación contra la autoridad. Cuanto antes mejor.

Viendo la lentitud de las resoluciones por parte del Tribunal Constitucional, tememos que el veredicto llegue cuando llevan dos o cuatro años disfrutando de su república y si lo apelan, seguirán más años disfrutando.