Hemos estado disfrutando de unos bellísimos mundiales de natación. Enhorabuena a los récords mundiales y a los que acumularon medallas, pero sobre todo a los nadadores y nadadoras que participaron. Los hemos visto desfilar en series interminables y finales, procedentes de cientos de países. Pero España no estaba. Seguían las series pero España no aparecía.

No exigimos medallas, solo pedimos que nuestros nadadores estén presentes en nuestras competiciones.

Los aficionados y los españoles en general hemos vivido un enorme bochorno. Ya sabemos que se nos ha acostumbrado a que surja un héroe o una heroína. Pero ese no es el camino.

Señor ministro de Deportes, no tenemos natación. Señor ministro, nuestros niños no saben nadar. Y esto, créame, no lo va a solucionar una "heroína solitaria", como se llama a nuestra brillante Mireia Belmonte. Esto lo va a solucionar usted, si sabe, si quiere y si tiene un poco de pundonor.