Un día me lo dijo, sin más. Me dijo: "Prefiero hacerme el tonto porque me funciona; otra cosa es que yo no me diera cuenta de que lo soy". Al momento me quedé alucinada, por la parte que me tocaba directamente y no viene a cuento.

Con el paso del tiempo me ha dado que pensar el asunto y veo a esta persona sumamente inteligente, porque al parecer resulta que en la sociedad en la que vivimos sí resulta satisfactorio personalmente hacer que no te enteras de nada y que estás en el mundo por estar.

La gente que te rodea pasa de ti de manera brutal. Claro, cualquier tema a tratar acaba desquiciando porque no entiendes nada, ¡y es genial!

Pues a mí me parece un insulto hacerse pasar por lo que no eres, reconozco que a veces hay otro tipo de personas que cargan con demasiadas cosas a la vez, pero siempre tienen un minuto para escucharte, para ayudarte, para darte un respiro.

Yo, que quieren que les diga, para mí esas son las que realmente merecen la pena, las luchadoras, las atrevidas, las valientes, las que abren sus sentidos a cada aprendizaje de un nuevo día.

El que se haga el tonto sin serlo es un verdadero ingenuo, porque está perdiéndose lo mejor de un mundo revuelto pero en el que nos ha tocado vivir, y en el que por desgracia, él pasará sin pena ni gloria... ya ves que gran premio a tal ignorancia gratuita.

Y como dicen por ahí, en la web, "está bien hacerse el tonto, pero lo tuyo es un abuso ya"