Nombre curioso "Angrois". Si uno pasara de casualidad por ese pueblo, creo que no volvería a recordar tal topónimo, pero la cruda realidad, el destino, un viaje no más, ha tatuado a fuego en nuestras memorias ese nombre, y el de nuestro patrón, Santiago Apóstol... que ya nunca se celebrará igual.

Es la hora de la cena y él entra en la cocina, me dice que su padre le acaba de decir que el tren que cogemos habitualmente en Medina del Campo acaba de tener un accidente llegando a Santiago de Compostela. "Enciende la televisión", le digo, y me quedo absorta, muda, paralizada, incrédula.

(Pero si siempre le estoy comiendo la cabeza para ir en tren, que si el coche esto... que si la niebla... la lluvia); cruel viaje a veces la vida que de un zarpazo en un segundo te revolotea el alma al aire y el cuerpo al suelo.

Me fijo en un chico y una chica sentados en el arcén mirando atónitos el desconcierto, me reflejo en ellos, no podría escudriñar qué piensan, son viajes tranquilos, solo has de preocuparte de subir y bajar la maleta, ¡solo!

Un nudo en mi garganta se deshace a golpe de mensajes en el teléfono, algún conocido... una amiga me confirma que ha castigado a su hija sin ir a las fiestas, que está en casa con ella, que están desorientadas...

Mis pasos esa noche me llevan temblando al colchón, que no me deja dormir. Los gallegos somos así, nobles, sentidos, y nos unimos en las duras y en las maduras (salvando excepciones, cómo no).

Pasan las semanas y me llama la atención una noticia, un corazoncito latía aún con fuerza mientras aquella curva se comía vidas; una chica embarazada de semanas sale de la UCI, su bebé no corre peligro, dos vidas luchando juntas entre lágrimas de 79 familias destrozadas; hoy él, o ella, correteará y su mamá le dirá que fue y será un luchador.

No estoy de acuerdo, el tiempo no lo cura todo, puede hacer que la herida cicatrice, pero en momentos vuelve el dolor, vuelven los porqués, los recuerdos.

79 personas con una maleta a cuestas cargada de ilusiones, pensad por un momento que alguna de esas ilusiones se repartió entre nosotros, y exprimidlas con la fuerza de los que ya no están.

A sus familias, que todavía salen a manifestarse: "Fuerza y justicia".

24/7/2013... un antes y un después en Galicia.